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¡No va a creer el tiempo que puede pasar un cocodrilo sin comer!

Estos animales son muy inteligentes y llegan a vivir casi la misma cantidad de años que los humanos

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La muerte de un niño de ocho años a causa de un ataque de cocodrilo tiene al país dolido.

La tragedia, ocurrida el domingo pasado en el río Matina, en Limón, hizo que la gente volviera los ojos hacia estos peligrosos animales y se preguntara muchas cosas sobre ellos.

La Teja entrevistó a Rodolfo Vargas, biólogo del Refugio Animal de Costa Rica, para que nos contara sobre la vida de los cocodrilos y los datos que nos dio fueron sorprendentes.

El experto empezó contando que en el país hay dos especies, los caimanes de anteojos, conocidos así porque en medio de los ojos tienen una escama que los hace parecer que tienen lentes, y los cocodrilos americanos.

En cuanto a los caimanes estos no representan un peligro directo para los seres humanos, ya que no llegan a medir más de dos metros; comen peses y animales pequeños, como pollos, y no se han registrado ataques de ellos hacia personas. Pero, los cocodrilos son otra historia.

Estos animales, que llegan a medir hasta seis metros, viven en gran parte del continente. Se encuentran desde las costas de Florida, Estados Unidos, hasta las de países suramericanos; también hay en las islas caribeñas.

“Los cocodrilos viven muchísimos años, hay registros de algunos que han llegado a vivir más de 80.

“Por lo general, un macho dominante vive en una zona en la que hay muchas hembras y quizá alguno que otro macho, pero que no pelee el territorio y tenga un tamaño mucho menor que él”, explicó el biólogo.

Un año sin comer

Uno de los datos más impresionantes que dio Rodolfo es el tiempo que puede pasar uno de estos animales sin probar bocado.

“A los cocodrilos no les gusta vivir en lagunas ni en ríos pequeños, ellos buscan ríos extensos como el Tárcoles, Tempisque, Matina, San Carlos, entre otros de gran tamaño.

Comen principalmente peces, aunque también pueden comer perros, venados pequeños o hasta terneritos. Cuando estos animales llegan al río a tomar agua ellos aprovechan para atacarlos; ahora bien, también pueden pasar mucho tiempo sin comer. Hay evidencias de cocodrilos en cautiverio que han pasado hasta un año sin comer, sobreviven tomando agua porque logran bajar su metabolismo muchísimo”, explicó.

El biólogo dice que un cocodrilo no va a intentar buscar a un humano para atacarlo, pero si este llega a su hábitat entonces sí podría hacerle daño.

“Si nos remontamos a muchos años atrás las personas cazaban cocodrilos; de hecho, el ser humano es el único depredador de los cocodrilos adultos. En aquellos años estos animales sabían que corrían peligro y huían de la gente.

“A partir de 1994, cuando se aprobó la Ley de Vida Silvestre, se prohibió la caza de cocodrilos y entonces se da un gran giro en ese sentido. Esos animales se convierten más bien en un atractivo y hasta empiezan, de forma errónea, a ser alimentados por los guías turísticos para atraerlos y así los vacacionistas les tomen fotos”, manifestó.

Los cocodrilos grandes que pueden tener alrededor de 30 o 40 años vivieron ese cambio y, según cuenta Vargas, la inteligencia de estos animales les ha hecho entender que ya no corren peligro con la gente, por eso se atreven a acercarse a una lancha con motor.

Espántelos

El experto dice que los cocodrilos son oportunistas; ellos pasan escondidos dentro del agua esperando que se les acerque una presa. Su cuerpo está lleno de sensores de vibración y así es como saben que algo se acerca.

Una de las formas en las que se puede espantar un cocodrilo es haciendo bulla y vibraciones fuertes.

“Si una persona entra a un río en el que hay un cocodrilo y lo hace despacio y de forma tranquila hará pocas vibraciones por lo que él podría pensar que se trata de una presa y se pondría alerta. En cambio, si la persona entra haciendo movimientos bruscos y golpeando el agua con un palo, el cocodrilo va a pensar que más bien se acerca un depredador y probablemente prefiera no atacar”, comentó.

De todas formas, antes de meterse a un río lo mejor es que pregunte entre los lugareños si hay cocodrilos en la zona para evitar accidentes.

Aunque cualquiera pensaría que estos siempre son animales fuertes, cuando son pequeños son presa fácil de felinos, gavilanes, mapaches y hasta otros cocodrilos, por eso de cada 100 que nacen llegan a la adultez apenas cinco.

Rocío Sandí

Rocío Sandí

Licenciada en Comunicación de Mercadeo de la Universidad Americana; Periodista de la Universidad Internacional de las Américas, con experiencia en Sucesos, Judiciales y Nacionales. Antes trabajó en La Nación y ADN Radio.

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