Escuchar:quality(70)/cloudfront-us-east-1.images.arcpublishing.com/gruponacion/7ERK73MLMZA5RKI4OUIECWQH2I.jpg)
¡El pueblo unido jamás será vencido!. La gastada frase de los desgastados sindicatos costarricenes, este primero de mayo, Día del Trabajador, recobró un gran sentido. Y es que solo unidos como pueblo, bajo la guía del presidente Carlos Alvarado, el ministro de Salud, Daniel Salas, y el resto del equipo de gobierno podremos vencer al COVID-19.
En la marcha virtual convocada por los sindicalistas, entre los himnos que se escucharon estuvo: Ha llegado la hora de Juanito Mora, escrita por Dionisio Cabal, líder del desaparecido grugo Cantares.
El hermoso tema, que honra a nuestro expresidente y héroe nacional, quien encabezó la defensa de la joven Costa Rica en la gran campaña militar de 1856 quedó gigante, enorme, para el movimiento sindicalista criollo ayuno de esos líderes verdaderos que primero piensan en Costa Rica y después en las luchas y beneficios particulares.
El sacrificio de ayer de Juanito Mora y el de hoy del Dr. Daniel Salas, ministro de Salud, de Román Macaya, de Michael Soto, de los trabajadores de la Salud, de la distintas policías, quienes este viernes honraron el primero de mayo trabajando para protegernos, es lo que Costa Rica requiere en este momento.
Los sindicalistas deberían volver los ojos a aquellos que, en una noche de abril de 1948, hicieron a un lado las diferencias individuales o partidarias para pensar en el bienestar de Costa Rica. Me refiero a los comunistas Manuel Mora y Carlos Luis Fallas quienes en Ochomogo se reunieron con José Figueres (el de verdad), y el padre Benjamín Núñez, encuentro que significó el fin de la guerra civil y evitó un gran derramamiento de sangre entre hermanos.
El pueblo unido...contra el coronavirus jamás será vencido.
