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No soy uno de los grandes fanáticos de la Aresep, es más, soy de los que califica a la institución como la Aumentadora de tarifas.
Sin embargo, hoy debo aplaudir el esfuerzo para que con la llegada del nuevo año, 2020, venga una novedosa modalidad de cobrar el consumo de electricidad.
Tendremos la oportunidad de comprar la luz mediante el sistema prepago, igual como se recargan los celulares.
Obviamente, la forma tradicional, la de pagar el recibo cada vez que vence, también se mantendrá.
La idea es muy práctica para las personas que tienen alguna casita de alquiler, a las que con frecuencia los inquilinos les dan por la jupa al cambiarse de casa y dejar al dueño con los recibos atrasados como le sucedió a doña Wendy Flores, quien alquiló su casita en Carrillos Altos de Poás para irse a vivir a Alajuelita porque su hija Rebeca tiene parálisis cerebral infantil y constantemente tiene que ir a citas al Hospital San Juan de Dios.
A esta pulseadora los desalmados inquilinos no solo le robaron la silla de ruedas de su hija, la que dejó en su antigua casa mientras buscaba como arreglarla, también le dejaron un recibo de luz de ¢18 mil.
Este nuevo sistema es positivo por cualquier lado que se le mire. Los morosos obligatoriamente deberán comprar la luz de esta forma y las empresas se ahorrarán recursos y tiempo al dejar de enviar cuadrillas a realizar cortes de luz o conexiones, ya que se instalarán medidores inteligentes.
Sin embargo, el prepago es apenas un paso porque la modernización en el manejo eficiente de la distribución eléctrica todavía está lejano.
