OPINIÓN: Estoy haciendo una rifa para el diputado Melvin Nuñez Piña

Aunque las rifas están prohibidas, me la estoy jugando y aprovecho este espacio para ver si me salvan.Estoy rifando ¢50 mil a un rojito el número, la idea es ver como le ayudo al diputado Melvin Nuñez Piña, de Restauración Nacional, porque realmente su caso me partió el corazón. Al rato hasta le pido una manita a Tiendas Monge.

El pobre legislador no puede vivir con los ¢500 mil que, asegura, le quedan libres por mes, y me preocupa el que pueda estar ayunando más de la cuenta por falta de plata, lo que pondría en riesgo su salud al exponerse a que le entre una anemia.

Esas penurias que atraviesa es porque los ¢4 millones mensuales no le alcanzan para nada, en especial por el montón de rebajas que le hacen. Le deducen ¢1.200.000 en cargas sociales, por lo que su ingreso mensual le queda apenas en ¢2, 8 millones.

Lo que no entiendo es cómo vivía antes este diputado porteño, quien no tiene profesión y ha trabajado como bartender, ebanista, salonero y comerciante. ¿Será que en estas actividades ganaba más que como diputado?

Claro, en esos oficios no gastaba plata en ropa y menos en trajes finos, ya que le encanta andar en chancletas y pantaloneta.

No sé si además de la rifita que estoy haciendo, las iglesias cristianas se unen en esta jornada pro Nüñez y los pastores le asignan el diezmo que reciben en los cultos.

No creo que él se vaya a sonrojar por esta ayuda, porque de por sí los salarios recibidos y los que vengan durante esta administración se los pagamos todos nosotros.