PANI les quitó hijas a polacos que pedían plata en Guanacaste

A los polacos que pedían plata en diferentes lugares de Guanacaste como en el parque de Liberia, el de Santa Cruz y hasta en la terminal de buses de Tralapa, en la ciudad folclórica, les quitaron las dos hijas porque las tenían muy descuidadas.

El estado de salud de las pequeñas es bastante delicado, estaban sucias, con hambre, llevaban lluvia y sol y hasta bebían agua de cualquier charco.

Esto hizo que los vecinos de los lugares a los que llegaban los extranjeros los denunciaran ante el Patronato Nacional de la Infancia (PANI), que metió mano en el asunto. 

Otro detalle es que en apariencia los polacos recogían dinero para regresar a su país, cuando en realidad lo que hacían era mendigar en compañía de sus chiquitas. 

El viernes anterior, funcionarios del PANI de Santa Cruz, apoyados por la Fuerza Pública, intervinieron a la familia compuesta por un hombre que dijo llamarse Camil, la esposa, Eva, y dos chiquitas; una de un año y cuatro meses y otra de tres años.

Después de valorar el estado de salud de las menorcitas se las llevaron a un centro de cuidado. 

“Hace dos semanas se recibió una denuncia por mendicidad de una familia en Liberia. La oficina local la atendió y dio el apercibimiento (advertencia de que no deben exponer las niñas a riesgo de pedir en la calle). Se constató que tienen la condición migratoria legal y que viven con una familia de la zona.

“El viernes ingresó otra denuncia por mendicidad en Santa Cruz. La oficina local la atendió y llevó a las niñas (1 año y 4 meses y 3 años) a valoración médica. Una niña presentaba colitis severa y la otra anemia severa. Se dictó medida de protección de cuido provisional hasta por seis meses. El objetivo es trabajar con el padre y la madre para que se elimine la situación de riesgo que originó la separación y que las niñas regresen a su familia”, explicó Fanny Cordero, encargada de prensa del PANI.

Esta no es la primera vez que los extranjeros pasan por esto. La Teja publicó el pasado 19 de junio que el PANI ya había conocido y estudiado el caso cuando la familia se encontraba en Liberia.  

Sin embargo, en ese momento solo se les advirtió que buscaran un lugar dónde vivir para sacar a las pequeñas de la calle, de lo contrario se las quitarían, tal y como sucedió.

Por el momento, las niñas seguirán viviendo y recibiendo atención médica en un centro del PANI.