Pescadores de Limón y Puntarenas exigen que se les deje trabajar

Los pescadores de Limón y de Puntarenas se pusieron de acuerdo para marchar por las calles caribeñas y las calles del Puerto este lunes, en protesta contra el Gobierno al asegurar que no los dejan trabajar.

En la ciudad caribeña, un grupo de 150 pescadores artesanales salieron desde las 10 de la mañana del parque Vargas hacia la ruta 32, en una marcha pacífica hasta Recope, para luego dirigirse hasta el muelle de Moín.

Según indicó Miguel Bell, en representación de los pescadores del Caribe, el movimiento y la marcha buscan llamar la atención del Gobierno que no les ha cumplido con las promesas de dejarlos trabajar como ellos lo merecen en la terminal de Portete.

Según los manifestantes, el Gobierno les tiene limitada el área de pesca: "quieren que pesquemos solo pescado pequeño, ya no aguantamos esta situación, hemos llegado a muchos acuerdos con el Gobierno y ellos no han respetado dichos acuerdos y convenios", aseguró Bell.

Explicó que lamentan que se estén dando estas limitaciones, porque muchos de los afectados son adultos mayores que dependen de este oficio.

Agregó que si el Gobierno sigue "con los oídos sordos", en los próximos días tomarán medidas más drásticas.

"Con este trabajo nos ganamos el sustento diario para llevar nuestros alimentos a la mesa de nuestros hogares", indicó Bell en representación del resto de pescadores limonenses.

"No queremos llegar más allá y crear un caos mayor del que ya vive Limón", expresó Bell.

Porteños también se apuntaron

En la Perla del Pacífico también protestaron con una marcha desde la escuela del barrio El Carmen hasta Caldera.

Uno 140 vehículos llenaron la vía desde las 8 a.m. y llegaron a playa Caldera al mediodía. Ya en Caldera el gremio cerró ambas vías impidiendo el paso de los carros, solo vehículos de emergencia podían pasar. Desde pesca artesanal, palangreros, pesca de altura y camaronero se unieron para exigir que se cumplan medidas que han tenido desde hace más de 5 años. El ambiente se puso caliente cuando llegaron los policías a tratar de abrir un carril, algunos manifestantes estuvieron de acuerdo con la apertura; sin embargo, otros no aceptaban que se diera paso.

Tras una hora de estar cerrada la ruta de logró un acuerdo de abrir una vía por una hora, lapso que ayudó a congestionar las largas presas.

“El tamaño de los peces y la medida de las redes son los puntos por los cuales se está protestando, un movimiento que se mantendrá pendiente para poder continuar con lo que se quiere trabajar”, dijo Mauricio González representante del sector pesca.