Para el Instituto sobre Alcoholismo y Farmacodependencia (IAFA) se ha evidenciado que los aspectos que generan vulnerabilidad a la mujer ante situaciones de consumo de fármacos están asociados a problemas hormonales, ciclo menstrual, fertilidad, el embarazo, la lactancia, depresión postparto y menopausia.
En la actualidad existe una inclinación en las mujeres que las motivan a iniciar o mantener el consumo de las sustancias psicoactivas tales como control de peso, obtener mayor energía para combatir el cansancio, manejar las situaciones de estrés, así como la auto medicación, para tratar los problemas de salud mental.
Para Paula Picado, terapista en adicciones del IAFA “en la práctica clínica se ha detectado que tiene una gran influencia las relaciones de pareja, que en muchas ocasiones por tanto se convierte en un factor influyente; sin dejar de lado la historia médica registrada a través del tiempo, la cual evidencia por qué han llegado a esa situación”.
Además, “las hormonas sexuales pueden hacer que las mujeres sean más sensibles que los hombres a los efectos de ciertas drogas”, algo que es de gran relevancia y necesita ser tomado en cuenta durante el proceso de recuperación, dado que es uno de los factores que si no se toman en cuenta puede ser un factor de riesgo y motivar una recaída.
Las mujeres pueden tener mayor probabilidad de ir a la sala de emergencias o morir por una sobredosis u otros efectos de ciertas drogas; además las mujeres que consumen ciertas drogas pueden ser más propensas a sufrir ataques de pánico, ansiedad o depresión, explicó la doctora Picado.