El presidente de la República, Carlos Alvarado, firmó este miércoles la ley de cannabis medicinal y cáñamo industrial, un día después de que los diputados lo aprobaron en definitiva.
Daniel Salas, ministro de Salud, quien había objetado parcialmente el proyecto, también estampó su firma.
Alvarado había vetado parcialmente la iniciativa y les pidió a los diputados que le hicieran modificaciones. Al momento de la firma el presi destacó dos beneficios de la ley.
“Uno, aliviar dolor o dar tratamiento a personas que lo necesitan y ampliar posibilidades de salud para las personas. Eso es solo un gran fin y esta ley lo cumple. Por si fuera poco, el otro gran logro que consigue esta ley es que se pueda industrializar el cáñamo, actividad que podría activar nuestro agro, sobre todo nuestras zonas rurales con un cultivo y una nueva industria que pueda desarrollarse a partir de ello”.
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Ahora el texto deberá ser publicado en La Gaceta para que entre en rigor, casi tres años después de que el expediente inició su recorrido en la Asamblea Legislativa. El expediente debió ser aprobado de nuevo, en segundo debate, luego de que el presidente vetara los artículos 5, 25 y 26 porque, según argumentó, estos permitían el autocultivo y autoconsumo de esa planta.
Antes de aprobarlo en definitiva, los diputados debieron eliminar los artículos 25 y 26 del expediente, mientras que reformaron el artículo 5, que se refiere a la siembra del cáñamo.
La votación se dio este martes y tuvo 35 congresistas a favor y cuatro votaron en contra.
El apoyo vino de Liberación Nacional (PLN), Acción Ciudadana (PAC), Unidad Social Cristiana (PUSC), Restauración Nacional (PRN), Integración Nacional (PIN), Republicano Social Cristiano (PRSC), Frente Amplio y varios diputados independientes.
Los votos en contra fueron de los independientes fabricistas Carmen Chan, Nidia Céspedes y Jonathan Prendas, así como Melvin Núñez, de Restauración Nacional (PRN).
Los ministerio de Salud y Agricultura, y el Instituto Costarricense sobre Drogas (ICD) tendrán potestades de inspección y fiscalización periódicas sobre los productores y desarrolladores de derivados del cannabis y el cáñamo.
En la iniciativa, se autoriza la venta de materia prima de cannabis medicinal a la Caja, así como a laboratorios autorizados para el desarrollo de los medicamentos.