Nacional

Pueblos costeros del país son clave para prevenir desastres en caso de tsunamis

El trabajo de los vecinos, científicos y hasta la empresa privada podrían hacer más seguras las playas del país

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Si después de un temblor el mar se retira de la orilla lo primero que se debe hacer es correr a una zona alta rotulada como segura en caso de tsunami. El problema es que en las playas ticas hay todo tipo de rótulos menos ese.

Los científicos llaman la atención de las comunidades costeras para que se apunten de manera activa y motiven a los empresarios turísticos locales a garantizar la seguridad no solo de quienes viven en esos sitios sino también de quienes los visitan.

Costa Rica cuenta con 600 playas, sin embargo, debido a la falta de recursos y profesionales solo unas 25 empezaron el camino para crear espacios seguros y bien rotulados que indiquen con claridad si allí se puede estar a salvo en caso de un tsunami.

“Empezamos en estas playas porque había que establecer prioridades y la meta es crear un plan para todas con la Comisión Nacional de Emergencias, sin embargo, hacer el trabajo científico completo toma un mes por playa”, explicó la doctora Silvia Chacón, del Sistema Nacional de Monitoreo de Tsunamis (SINAMOT).

¿Cómo se hace la medición y el plan?

Para calcular el tamaño de una posible ola de un tsunami los especialistas del SINAMOT navegan en la costa durante una semana por 12 horas cada día. Llevan un sonar, un aparato que toma los sonidos del mar para medir la forma y la profundidad de la zona que está frente a la playa.

Esta información se lleva a las oficinas donde usan simuladores y con ayuda de cálculos matemáticos empiezan a simular las olas dependiendo de si el sismo que las provoca es local, cercano, regional o lejano. Así establecen la cantidad de kilómetros que se inundarían y en dónde ubicar los refugios.

Esta información es la que se lleva a las comunidades para que los vecinos que conocen bien su barrio busquen las mejores vías de escape y definan por dónde se debe evacuar. “Nosotros podemos elegir una calle por medio del mapa del satélite, pero solo los vecinos saben si es segura y no tiene problemas”, comentó la doctora.

Nada de interés

El problema es que hay lugares como Tambor donde ya se hicieron los cálculos, pero nadie llegó a la reunión que se convocó, así que el mapa no se ha podido terminar.

"En otros lugares no tenemos lanchas para navegar porque la gente quiere cobrar muy caro cuando se dan cuenta que es una universidad y como el servicio de Guardacostas no está en todos lados no se logra avanzar tan rápido”, agregó Chacón.

Lograr medir todas las playas es clave. Si ya se tuvieran todos los mapas en el momento que se recibe una alerta de sismo o hay variaciones en los mareógrafos (que vigilan las mareas en diferentes puntos claves), el SINAMOT puede revisar los datos y en pocas horas se podría avisar a la CNE para que empiece la evacuación de un lugar de la costa.

Bella Flor Calderón

Bella Flor Calderón

Comunicadora

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