Superhéroes que dan vida

Hace siete meses Gerardo Cordero se convirtió en un superhéroe. Este joven de 30 años decidió hacer lo que pocos ticos hacen, donar un órgano en vida a un completo desconocido.

La afortunada es una joven a quien conoció hasta después de la cirugía que le realizaron en noviembre pasado.

“Fue una decisión desinteresada para ayudar a un desconocido, solo por el hecho de uno ser consciente. Hay cientos de personas que necesitan un riñón para tener una mejor calidad de vida y bueno, yo tenía dos”, aseguró a La Teja Cordero.

Según el buen samaritano, la idea le rondaba en la cabeza desde hace diez años, pero luego de intentarlo una vez, el año pasado por fin se le cumplió su deseo

“Lo único que yo buscaba era una satisfacción personal, cumplir un proyecto que tenía hace muchos años entonces me sometí al proceso”, aseguró Geovanny.

Tras el trasplante el joven, quien trabaja en lo propio y es oriundo de Heredia, afirmó que todo marcha puras tejas.

“Mi vida es completamente y absolutamente normal, soy el mismo tipo de antes, con la diferencia de que ahora cargo con un sentimiento y una satisfacción día a día de haberle podido salvar la vida a una persona.

“Nosotros no podemos venir e irnos de este mundo sin impactar de forma positiva”, finalizó el joven.

Vida se apagó a los seis años

Otro caso muy diferente es el que vivió Cynthya Torres. A ella le tocó una de las situaciones más duras que le puede ocurrir a una madre, perder a su hijo.

“Fabián murió hace dos años de un aneurisma cerebral, no sabíamos que Fabián sufría de un aneurisma y un día en la escuela fallece.

“Una tía me comenta que si yo he pensado en eso (donación de órganos). Nunca me había pasado por la cabeza donar los órganos de mi hijo; los míos sí, los de él no”, recordó la valienta mamá.

La joven madre tras pensarlo junto al papá de Fabián decidió donar los órganos del pequeño y ayudar así a otros niños que estaban esperando una oportunidad de continuar con vida.

“Lo hicimos pensando en las mamás que están esperando los órganos para que sus hijos se salven, si me hubiera tocado a mí yo me hubiera vuelto loca buscando un donador”, aseguró la madre.

Para Torres la misión de su hijo de venir a este mundo era ayudar a estos niños y convertirse en lo que ella llama un héroe.

“Mi enfermedad fue mi mayor regalo”

Apenas a los 10 años Sofía Escalante recibió uno de los golpes más duros de su vida, tenía leucemia y necesitaba ser tratada.

A pesar de los tratamientos de quimioterapia, Sofía no pudo superar la enfermedad y su única salvación se limitó a un trasplante de médula ósea.

“Fue un golpe muy duro para mí. Soy y era una niña, entonces no entendía lo que pasaba, ya con el tiempo fui entendiendo”, aseguró la pequeña de 13 años.

“Uno piensa en la muerte. Yo ya había salido de todo y luego me toca vivir todo nuevamente”, aseguró la joven.

“Califico el trasplante como una de las mayores bendiciones de mi vida, porque me hizo cambiar mi manera de pensar y de ver la vida y ahora la valoro más que antes”, aseguró la valiente pequeña.

Sofía actualmente se encuentra superbién, después de que hace año y siete meses recibiera el trasplante de médula ósea por parte de su madre.

1.215 personas en espera

Según datos de la Caja Costarricense del Seguro Social, 1.215 personas se encuentran en lista de espera para recibir órganos y tejidos.

Actualmente la Caja realiza una campaña llamada “Ángeles de Luz y Esperanza” con la cual busca motivar a los ticos a ser donantes una vez que fallezcan.

Se estima que un donante fallecido puede llegar a salvar hasta a nueve personas, gracias a la donación del corazón , los pulmones, los riñones, el hígado, el páncreas, los intestinos, tejidos como la piel, córneas, válvulas cardíacas y huesos.

Si usted desea formar parte de esta iniciativa puede llenar un formulario en la dirección www.ccss.sa.cr/donar. Incluso, ya hay 19.828 ticos que se unieron a esta iniciativa.