A partir de las nueve de la mañana de este jueves 3 de agosto, la Virgencita de los Ángeles comenzará a disfrutar de otra tremenda fiesta de celebración en su honor, esta vez la tradicional pasada, que para este 2023 está cumpliendo 241 años de celebrarse.
Esta actividad es el traslado de la imagen original de la Negrita, la patrona de Costa Rica, de la basílica a la catedral de Cartago, en donde pasará todo un mes. Volverá a su casa el próximo 3 de setiembre. Este evento se realiza desde 1782.
De acuerdo a lo que explican las autoridades de la basílica, a las nueve de la mañana las celebraciones inician con una misa y tras finalizar la santa eucaristía, seguirá la fiesta en medio de oraciones, aplausos, flores y la tan esperada carroza que adornan los vecinos de Cartago con flores, amor, fe y devoción.
La pasada es parte de los festejos que año con año se realizan alrededor del 2 de agosto, día de la patrona del país. La Negrita estará en la catedral cartaginesa hasta el próximo 4 de setiembre.
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En 1782, el obispo Esteban Lorenzo Tristán se puso muy molesto porque las fiestas en honor a la Virgen se habían convertido en una parranda y por eso se la llevó, dando inicio a una tradición.
“En la década de los años 70 del siglo XVIII, los festejos de la Virgen, que en ese entonces no era patrona de Costa Rica, se hacían, como citan los documentos de la época, con ‘bailongo, fandango y parranda’, los bailes y el consumo de licor se hacían hasta en el mismo templo, con participación del pueblo, autoridades y hasta los mismos curas, cosa que llegó a oídos del obispo Esteban Lorenzo Tristán, quien en 1782 llegó de sorpresa a comprobar si lo que le contaban era cierto.
“El obispo Tristán, muy enojado, mandó a trasladar la imagen de la virgen a la iglesia de Cartago desde el 1º de agosto; sin embargo, debido a peticiones que hicieron devotos de la Virgen, el obispo permitió que la imagen se quedara a celebrar su día, el 2 de agosto, en su templo, pero luego debía ser trasladada a Cartago y no estar en el sitio para las corridas de toros y las fiestas que los parroquianos acostumbraban hacer para la Virgen”, explicaba Carlos Oreamuno Toledo, historiador de la Virgen de Los Ángeles, quien lamentablemente falleció en el 2015 a los 59 años.