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Tres personas llamaron a La Teja para ofrecerle ayuda a la señora que depende del oxígeno y debe ¢200 mil de electricidad

A la señora le brindan ayuda económica para saldar la deuda que tiene con Fuerza y Luz

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Los ángeles sí existen y son de carne y hueso. Trabajan como todos nosotros, pero tiene un noble corazón que se sensibiliza ante la necesidad ajena.

En este caso, don Guillermo Castro y su mamá Alba Saborío y don Juan Luis Quirós son los protagonistas de una linda historia que esperamos que tenga un final feliz.

Ellos se ofrecieron a apoyar económicamente a doña Laura Díaz, una señora que depende del oxígeno que le suministra una máquina para vivir y que le debe casi dos tejas a la Compañía Nacional de Fuerza y Luz.

Gran parte de la deuda es por el consumo de electricidad de la máquina que le aumentó de unos ocho rojitos a 40 mil colones por mes.

Debe cinco meses y no puede hacerle frente a ese monto. Es decir, paga la deuda o desconecta la máquina, con el riesgo que eso implica para su vida.

Don Guillermo Castro explicó que su mamá, doña Alba, lee todos los días La Teja y que comentan las noticias, la nota de doña Laura sensibilizó a la señora, que ya es adulta mayor.

En la conversación, don Guillermo le dijo a su mamá que si lograba contactar a la gente de La Teja pidiera el número a los periodistas para apoyarla económicamente. La señora se puso manos a la obra y llamó la redacción.

“Mi mamá dijo que es un caso muy difícil porque la hija tiene tres añitos y el señor a lo mejor no gana lo suficiente y puede que se sienta como impotente. La golpeó bastante y no es gente que se vea interesada. Se ve que lo necesitan”, dijo don Guillermo.

Añadió que hay casos especiales como este donde la CNFL debería tener alguna política de ayuda.

“Yo quiero hablar con ella y que me dé el código del recibo o ver como hacemos para abonar algo o ver qué otra necesidad tiene”, explicó don Guillermo, vecino de Higuito de Desamparados.

Mientras tanto, don Juan Luis Quirós escribió un mensaje privado a nuestro Facebook porque quería apoyar a la señora y La Teja lo contactó.

Dijo que tiene una carnicería en Heredia y que sus padres le inculcaron a ayudar a los necesitados.

“No soy millonario, tengo mi credo y ayudo a conciencia. Vi el caso de la señora y vale la pena ayudarla. No espero nada a cambio”, explicó.

En su caso, dice que todos los días se toma un batido en un lugar cercano a donde trabaja y ya lo tienen ‘campaneado’ de que lee La Teja y entonces se la llevan.

“Allí la leo toda y vi el artículo de la señora y es un caso donde se ve que requiere una colaboración. Sé que mucha gente tiene necesidad en Costa Rica y uno quisiera ayudar más”.

Le comentamos a doña Laura de las buenas intenciones de esas personas, (hubo otra que escribió pero no la pudimos contactar) y le preguntamos que si nos autorizaba a darles el teléfono. “Claro que sí. Ellos son una gran bendición. Ya en mi familia han muerto dos personas por mi enfermedad. Son situaciones que uno agradece de corazón”.

Dijo que la trabajadora social de la CNFL la visitó este viernes para llegar a un arreglo de pago. “Soy consciente que tengo la deuda, es algo mío, pero sino puedo pagar ¢40 mil, como me dicen que pague ¢50.000”, dijo.

Solo queda esperar que estas ángeles puedan colaborar y que la CNFL ponga una cuota diferenciada para que la señora haga frente a sus pagos.

Franklin Arroyo

Franklin Arroyo

Periodista egresado de la Universidad Federada. Integra el equipo de Nuestro Tema de La Teja. Trabajó en el Periódico Al Día, corresponsal del diaro Marca para Centroamérica y editor de la revista TYT del Grupo Eka.

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