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¿Un niño de 12 años tiene la madurez para cambiarse el nombre? Esto dice una sicóloga

Un proyecto de ley abre la posibilidad a esa realidad, pero causa mucha controversia

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Un proyecto de ley presentado por el Frente Amplio causa polémica porque toca temas muy sensibles sobre la niñez.

Se trata de una iniciativa presentada por la diputada Priscilla Vindas, la cual pretende facilitar los procesos de los integrantes de la comunidad LGTBQ+ para que puedan cambiar su nombre legalmente de forma rápida y eficiente, y también puedan acceder a tratamientos médicos en la Caja Costarricense de Seguro Social que les ayude a sentirse mejor con su identidad de género.

Lo que causa controversia es que el proyecto ley incluye a los menores de edad y les da la opción de hasta cambiarse el nombre incluso antes de cumplir los 12 años.

La psicóloga María Ester Flores, experta en temas de familia, asegura que este tipo de temas son muy delicados y no se puede asegurar que un niño tenga la capacidad y la madurez para tomar una decisión tan radical para el resto de su vida.

“El cerebro y la madurez del ser humano se termina de desarrollar hasta los 21 años. Ha habido casos de niños que sienten que que su identidad de género no corresponde y llegan a los 20 o 21 años y se dan cuenta de que estaban confundidos.

“A los 12 años no tienen ni la madurez para recoger los zapatos ni la ropa del cuarto, o lavar su propia ropa interior, menos van a tener la capacidad para decidir sobre un tema tan radical. Yo no estoy en contra de que quienes quieran hacerlo lo hagan, pero no a esa edad”.

La especialista dice que debería ser cuando se cumpla la mayoría de edad que se tomen esas decisiones.

“La familia les puede dar a estos menores todo un apoyo emocional que necesitan, pero a nivel legal no es necesario correr”, agregó.

Los pequeños decidirían

El proyecto de ley señala que muchas personas transgénero son expulsadas de sus hogares a tempranas edades, lo que representa barreras enormes para que puedan salir adelante. De ahí nace la necesidad de crear leyes para garantizar que el Patronato Nacional de la Infancia (PANI) y otras instituciones involucradas con los menores de edad, protejan a esta población.

En el texto se destaca que los niños deben tener los mismos derechos de los adultos y que las consideraciones relacionadas con el derecho a la identidad de género también son aplicables a los niños.

“El Estado tiene la obligación de garantizar a las personas trans, no binarias, de género diverso e intersex, de todas las edades, incluidas las personas menores de edad; la posibilidad de modificar en forma simple, expedita, pronta, efectiva y gratuita su nombre de pila o sexo en su documentación personal.

“No se exigirán, como requisitos para aceptar la petición de reconocimiento legal de la identidad de género certificaciones médicas ni psicológicas u otras que puedan resultar irrazonables o patologizantes, como cirugía de reasignación de sexo, esterilización o terapia hormonal, constancias psicológicas, estado civil o cualquier otro. Tampoco se exigirá una sentencia judicial como requisito para realizar el trámite de rectificación de imagen, nombre, género o sexo en personas menores de edad”, detalla el proyecto de ley.

La iniciativa propone agregar artículos al Código de la Niñez y Adolescencia, uno de ellos especifica que los menores de edad trans, no binarios, de género diverso e intersex gocen del derecho a recibir el tratamiento médico y sicológico para el desarrollo pleno de su identidad de género, así como los procedimientos de salud. Esto incluye procedimientos médicos o cosméticos que realizan personas con el fin de modificar su cuerpo y expresión de género, incluido el tratamiento hormonal y los bloqueadores.

El proyecto especifica que si un menor de 12 años quiere cambiarse el nombre, porque siente que no corresponde a su identidad de género, deberá hacerlo en compañía del encargado legal.

En caso de que ninguno de los representantes legales esté de acuerdo en dar el consentimiento, el niño deberá ser referido al PANI, donde, en compañía de alguna asociación, sociedad u organización que tenga la defensa de los derechos humanos entre sus fines y que tenga una relación con la persona menor de edad, se le explicará los alcances el cambio.

Si después de eso el chiquito desea realizar la rectificación, el PANI redactará una resolución señalando que se cumplió con lo señalado en la presente ley, y que el menor comprende los alcances del trámite y que desea realizar la rectificación.

Natalia Porras es una mujer trans y ve con optimismo el proyecto de ley porque asegura que se dio cuenta de que su identidad de género era femenina desde los seis años y le hubiera encantado tener en aquel momento las herramientas para cambiarse el nombre y poder acceder a los tratamientos que da la Caja, ya que hasta tuvo que medicarse a escondidas para tratar de verse como quería.

Rocío Sandí

Rocío Sandí

Licenciada en Comunicación de Mercadeo de la Universidad Americana; Periodista de la Universidad Internacional de las Américas, con experiencia en Sucesos, Judiciales y Nacionales. Antes trabajó en La Nación y ADN Radio.

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