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Una borrachera o sentir asco por algo también pueden provocarle una pega

Sobadora alajuelense dice que para curarse es clave tener fe

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¿A quién no le ha dado una pega al menos una vez en la vida? De seguro usted ha pasado por las manos de alguna sobadora del pueblo que lo ha ayudado a sacar esa pelota que se le forma en las “coyunturas” a quien está con pega.

Normalmente las asociamos a una buena comilona que nos pegamos en una fiesta familiar o en un turno, pero, ¿sabía usted que también le puede dar luego de una borrachera?

Y no importa con qué se haya pegado la tanda, si con cerveza o con guaro, si abusó de las bebidas el día anterior eso le puede pasar la factura con una pega, así nos lo dijo doña Florencia Calderón Cambronero, quien se dedica a sobar desde hace 16 años.

“Cuando se pegan una buena tanda, a veces hasta aborrecen el guaro y aunque se forma la misma pelotita que con las demás pegas, es común que se le formen en la espalda, como decía mi mamá (Adilia Cambronero Chaves, fallecida hace 17 años), como a la par del pulmón”, explicó la sobadora.

Nuevos clientes

Este viernes, en La Teja les contamos un poco de la historia de ella y nos contó que le llegaron varios clientes nuevos este mismo día y otro montón la llamaron para preguntar.

“Mucha gente me ha felicitado y comentado que me vio en La Teja, me han estado llamando para preguntarme si yo era la señora que soba. Se me aumentó la clientela, más de la que tengo, ¡bendito Dios!”, compartió entusiasmada la alajuelense.

Bernardo "Choché" Romano fue sobado el pasado 24 de agosto por doña Florencia Calderón Cambronero en San Rafael de Alajuela

Y cuando les preguntó a los nuevos clientes: ‘¿Cómo se enteraron de su existencia?’, todos le respondieron que la vieron en el reportaje de La Teja y por eso no lo pensaron mucho para irse de San José y otros lugares hasta San Rafael de Alajuela. Si anda por el bar restaurante El Corral o por la empresa Carguill (antigua Pipasa), y no sabe bien cuál es la casa, usted pregunta y cualquier vecino lo termina de ubicar.

Como ya no quedan muchas personas que tengan el toque para sobar y sacar las pegas, a ella le llegan clientes de todo el país y si además le sumamos que cobra barato (¢1.000), pues no hay excusa para no ir.

Comidas bomba

Según nos explicó, los alimentos más pesados son los lácteos, el chicharrón, el maní y la pizza, esos son fatales para las pegas.

Además, dice que a veces no hace falta ni comer algo pesado, basta con que a la persona le dé un asco muy fuerte por algo que ve o huele.

“Algunos me dicen, es que estaba desayunando y me salió un pelo en la comida y ya con eso tuve”, recordó doña Florencia.

Pero hay algunos bastante escépticos que llegan donde ella solo porque les insistieron que fueran, pero que en realidad no creen en las pegas.

“Me han dicho: ‘Yo vengo porque me he sentido mal, pero yo no creo en eso, entonces de una vez les digo, entonces ¿para qué viene? Porque hay que tener fe en que se va a curar, es lo principal. Después ya se convencen y se me hacen clientes”, aseguró.

También están los reincidentes que llegan dos veces por semana, porque son delicados del estómago.

Los fines de semana y los lunes es cuando más clientela llega. Además, en temporadas especiales, como diciembre y Semana Santa, en las que el tico acostumbra pegarse las comilonas, tiene brete de sobra.

En el caso de los niños, dijo que después de la fiesta de la alegría, por la salida de clases, le llegan varios.

Ticos sí creen

En nuestras redes sociales quedó demostrado que muchos ticos sí creen en ese padecimiento y hasta nos compartieron sus experiencias.

Como nos cuenta Nury Chaves: “Una pega se lo lleva a uno al otro lado si no se saca. Por eso mil bendiciones a las personas que nos ayudan”.

Rolando Arley Cedeño nos confesó que no creía en las pegas hasta que una vez, que se sentía muy mal y estaba con vómitos, dolor de cabeza y mal de panza, les hizo caso a unos vendedores que le recomendaron ir donde una sobadora que sí lo curó.

Florencia Calderón Cambronero, nació, creció y vive en San Rafael de Alajuela. Tiene 62 años y desde que estaba chiquilla su mamá, doña Adilia Cambronero Chaves (falleció hace 17 años), le enseñó el arte de sobar

Mientras que Geovanny Méndez Mora nos hace un comentario muy válido y es que su madre le enseñó a sobar.

Marielos Molina nos cuesta que, según lo que le enseñó su tía, hay que sobar dos veces y en ayunas.

Horario

Ella trabaja de lunes a viernes de 8 a.m. a 11:30 a.m. y de 1 p.m. a 7 p.m.; sábados de 8 a.m. a 4 p.m. y domingos de 9 a.m. a 2 p.m. La puede contactar al 2438-4019.

Karen Fernández

Karen Fernández

Periodista con una licenciatura en Producción de Medios. Forma parte del equipo de Nuestro Tema y tengo experiencia en la cobertura de noticias de espectáculos, religiosos, salud, deportes y nacionales. Trabajo en Grupo Nacion desde el 2011.

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