Nacional

Viaje al centro de la Tierra: Conozca el único lago subterráneo de Costa Rica

Se llama Lacsa y tiene 25 millones de años de haberse formado

EscucharEscuchar

Costa Rica es conocido en el mundo como un país rico en naturaleza. Los volcanes, las playas, las montañas y las especies animales son apenas un “bocado” del manjar que pueden saborear los turistas nacionales y extranjeros.

Con todo y lo que sabemos de Tiquicia, aún hay lugares tan poco conocidos que sorprende un montón saber que existen. Ese es el caso de la maravilla que encierra un lugar llamado Fila de Cal, en Ciudad Neily.

Allí, bajo tierra, está el lago Lacsa, que tiene muchas particularidades. Una de estas es que se trata del único lago subterráneo descubierto hasta ahora en nuestro país y otra es que tiene 25 millones de años de haberse formado.

Fue descubierto a finales de los años ochentas por un equipo de investigadores estadounidenses que pertenecían a la Sociedad Nacional de Espeleología (la ciencia que estudia el origen de las cavernas).

Los expertos llegaron al país para analizar la formación de una cueva llamada Banano Quemado, un lugar de acceso rudo,. Para llegar solo a la entrada hay que caminar unas dos horas desde un pueblo llamado también Fila de Cal.

Al adentrarse en esa cueva, los científicos estadounidenses se llevaron un sorpresón porque se toparon con un lago. Nadie sospechaba de su existencia.

Nombre de altura

Como la expedición a ese extraño lugar fue patrocinada por la empresa Líneas Aéreas Costarricenses S.A (Lacsa), que desapareció en el 2012, los expertos bautizaron el lago con el nombre de la compañía de aviación.

El lago tiene unos 30 metros de largo y en la época lluviosa alcanza una profundidad de 30 metros, en el verano se reduce a 10 metros.

Carlos Goicoechea, del Grupo Espeleológico Anthros de Costa Rica, explicó que ellos organizan viajes a este lugar, pero aclaró de una vez que se trata de una de las cavernas más peligrosas del país porque para llegar hasta el lago hay que tener conocimientos básicos de escalada o descenso.

Para llegar al Lacsa hay que llevar dos cursos que tienen un valor aproximado de ¢55 mil y hay que contar con equipo, es decir, cascos, arnés de seguridad, focos, zapatos especiales, picos y palas, entre otros objetos. El costo de todo puede rondar los ¢350 mil.

“La preparación se inicia con la parte teórica, se dan clases de miércoles a viernes durante dos semanas y en los fines de semana se hacen prácticas supervisadas para ver cómo se desenvuelve la persona. También realizamos pruebas para saber si la persona es claustrofóbica (que teme a los lugares cerrados), porque las cavernas son lugares bastante pequeños que podrían desesperar a alguien que no sabe manejar esa presión”, comentó.

Según Goicoechea, para llegar hasta el lago se tarda entre 4 y 6 horas, todo depende del estado del tiempo, ya que en invierno es más difícil porque hay más agua”, aseguró.

Así se formaron el lago y las cavernas

De acuerdo con Goicoechea, la cueva en la que está el lago Lacsa tiene cerca de 35 millones de años y se empezó a formar cuando esa parte estaba todavía bajo el mar.

Sin embargo, fue 10 millones de años después cuando –debido a varios terremotos– la roca salió del agua.

“Cuando estaba ya en la superficie y a ese tipo de piedra (caliza) le caía lluvia ácida se formaba un ácido que la carcomía y provocaba aberturas, fue así como se formaron estas cavernas”, dijo.

“Cuando este pedazo de tierra salió (hacia arriba) quedó espacio para que en el fondo se alojara el agua. El lago se alimenta del agua del río Quebrada Seca, que nace en la parte de arriba de Fila de Cal”, añadió.

El 23 de febrero del 2014, Pablo Quesada y un amigo se metieron en la caverna y se dieron cuenta de que había agua. Ellos tenían conocimientos para poder llegar hasta el fondo y lo hicieron. Quesada cuenta que tardaron ocho horas para llegar hasta el agua y una vez allí vieron algo único.

“Yo no bajé a la laguna, lo hizo mi acompañante, por un tema de seguridad. Él nadó y, la verdad, fue algo increíble. Hay peces (barbudos) y el agua es bastante clara, no sé si es apta para tomar porque en estos lugares hay muchos químicos que la podrían contaminar. Desde donde yo estaba veía para arriba y el techo de la cueva era bastante redondo, parecía que alguien lo había construido con mucha perfección”, detalló

“El sitio es muy oscuro, puede ser de día, pero por más que uno acerque las manos a los ojos no se las ve”, mencionó.

Pero se trata de una oscuridad especial, podríamos decir que única.

Si usted desea conocer la única laguna subterránea que se ha descubierto en nuestro país, puede contactar a los encargados del Grupo Espeleológico Anthros, al número 7192-9689.

Bryan Castillo

Periodista

En beneficio de la transparencia y para evitar distorsiones del debate público por medios informáticos o aprovechando el anonimato, la sección de comentarios está reservada para nuestros suscriptores para comentar sobre el contenido de los artículos, no sobre los autores. El nombre completo y número de cédula del suscriptor aparecerá automáticamente con el comentario.