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(Video) Tico reparte galletas Chicky, tártaras y salsa Lizano en Estados Unidos y más allá

Con su pulpería tour lleva el sabor de Tiquicia hasta la mesa de su casa

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Un comercial que se hizo famoso decía: “Donde haya un costarricense, esté donde esté, habrá salsa Lizano”.

Eso lo sabe muy bien Roy Quesada, un tico que vive en Nueva Jersey y se encarga de quitarles los antojos a muchos compatriotas en la tierra del Tío Sam y más allá con sus envíos o su “pulpería tour”.

La lista de pedidos la encabeza, pero por mucho, la famosa salsa. Le siguen los atunes y las galletas, en especial las Chicky, da lo mismo que tengan el chocolate por arriba o por abajo.

Este paveño que trabaja como taxista vive en Nueva Jersey desde hace 20 años y fue hace seis cuando vio la oportunidad de comenzar un nuevo negocio y la agarró en el aire.

“En un grupo de ticos en todo el mundo vi a una muchacha que subió una foto toda contenta porque había encontrado salsa Lizano en un supermercado acá (en ese tiempo no se conseguía casi nada) y eso generó comentarios de otros preguntando en cuál estado había sido. Uno preguntó si sabían de alguien que los vendiera por internet y los enviara a otros lugares y me mandé y dije que yo”, contó Roy.

Ya él era dueño de un minisúper, así que tenía los productos a la mano, y contaba con el datáfono por el taxi; no sabía cuánto costaba el envío, pero cuando le preguntaron dijo un monto al bateo, le aceptaron y aquel fue el primer pedido.

Le cobró al cliente y mandó el envío en carrera, dos días después --cuando ya había sido recibido en California--, el tico feliz publicó una foto en el mismo grupo agradeciéndole porque había llegado todo bien y así comenzó la loquera.

“Eran treinta o cuarenta cajas que tenía que alistar todos los días. Empezaba como a las seis de la tarde y me daba la una de la madrugada. Fui pionero en Estados Unidos en eso y luego empecé con la pulpería tour”, explica.

La pulpería tour quiere decir que no manda los productos sino que los lleva; así ha viajado a Hawai, California, Los Ángeles, Tampa, Miami, Orlando, Carolina del Norte, Virginia, Ohio, Conecticut, Boston e incluso Toronto, en Canadá.

Cuando hace el viaje en camión es más sencillo porque puede llevar frascos de encurtido, de pejibaye, de miel de chiverre, cosas que por avión se podrían quebrar y además son pesadas, lo cual encarece el envío.

Basta que Roy ponga un anuncio en las páginas de Facebook avisando dónde estará en tal fecha y ahí llegan el montón de ticos antojados. Actualmente maneja más de 300 productos costarricenses.

Cuenta este pulseador que al inicio de la pandemia, cuando no se podía salir, la gente se volvió loca y él llegó a vender hasta $15.000 diarios (¢9,3 millones al tipo de cambio actual) solo por medio de internet.

Directo de Tiquicia

Pero, ¿cómo consigue los productos? Tiene dos formas: encargándoselas a una agencia aduanera en Costa Rica, que se las manda a Nueva York y llevándolos él por medio de los viajes que hace cada dos semanas a Tiquicia.

“Tengo derecho a traer tres maletas de 70 libras y traigo mantequilla, lactocrema, confites, tártaras. Me fijo en la página de aduanas de Estados Unidos lo que puedo traer o no, nunca he tenido inconvenientes. Siempre marco en la boleta de aduanas carga comercial y explico hasta con videos a lo que me dedico”.

La pulpería tour le lleva más de 300 productos hasta la mesa a los ticos en Estados Unidos.

Pagan con gusto

Es tanta la emoción que sienten los ticos de quitarse los antojos, que cuando llega Roy con su pulpería, la gente empieza a agarrar lo que quiere y pasa a la caja, como si estuviera haciendo las compras del diario.

“No preguntan precios, empiezo con la calculadora a sumar y pueden ser $400 (¢248.000) y no les importa, lo pagan con gusto”, comenta.

Si usted vive en Estados y desea echar un ojo y comprarle algo puede entrar a www.productosticos.com www.chopiticos.com o buscarlo en el “Face” como Roy Quesada y Productos ticos.

“El tico es apegadísimo a los productos costarricenses y es tan patriota como los norteamericanos, nosotros siempre andamos buscando dónde conseguirlos”, dice.

Hace poco se encontró a una persona que se dedica a hacer dulces de los años 70 y 80, que son un pegue porque revive los recuerdos de la infancia a muchos clientes.

“Tiene sorpresitas, manzanitas, guaritos,. entre otros. Cuando les aviso que ya va su pedido en camino, me ponen lo emocionados que están por recibirlos”, dijo Roy.

Pedidos sin satisfacer

Roy se ha topado con pedidos fuera de lo común, como carao, por ejemplo. Este es el fruto de un árbol que se procesa y se hace miel , se dice que previene la anemia y ayuda a la producción de leche materna. Quizás por eso ha visto que se lo piden embarazadas.

“Si pudiera vender jocotes me haría millonario, la gente se muere por ellos así como por salchichón costarricense, chop suey y cantonés porque aquí la comida china es muy diferente”.

Karen Fernández

Karen Fernández

Periodista con una licenciatura en Producción de Medios. Forma parte del equipo de Nuestro Tema y tengo experiencia en la cobertura de noticias de espectáculos, religiosos, salud, deportes y nacionales. Trabajo en Grupo Nacion desde el 2011.

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