Wálter Mercado, el famoso astrólogo puertorriqueño que siempre se despedía con mucho, mucho amor nació en el mar el 9 de marzo de 1932, murió el día de difuntos (2 de noviembre) y que se dice que desde niño predecía el futuro.

Su mamá, la catalana Aida Salinas, viajaba embarazada desde España a Puerto Rico y dio a luz a Wálter a las siete de la mañana justo antes de tocar tierra en Ponce, en la Isla del Encanto.

Los datos sobre la infancia del niño que luego sería famoso no son abundantes. Se sabe, sí, que se ganó el apodo de Wálter Milagros porque un día le dijo a su maestra que se iba a caer la campana de la escuela y al día siguiente un socollón en la isla mandó al suelo la campana de la escuela y la fama del niño empezó a crecer.

En múltiples publicaciones se ha dicho que fue un niño enfermizo y diferente, con una inclinación muy fuerte hacia el mundo astral. Ya en su infancia se decía tenía otro don: curar a los animales.

Según relató en múltiples entrevistas, tenía la habilidad para predecirles a las personas cosas que les ocurrirían. Aseguraba que su mamá le vaticinó: “Algún día vas a laborar con las estrellas”.

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Su niñez la pasó en las fincas de su padre, José María Mercado, donde conoció las tradiciones campesinas y mostró interés por los remedios naturales y por el contacto con el ambiente. No es de extrañar que, con esos intereses, naciera en él una curiosidad por temas que lo dirigieron al mundo esotérico.

Llegó a la juventud con muchas metas y destacó como bailarín, actor y tomó cursos de farmacología, psicología y pedagogía, pero a nada le dedicó más tiempo que a sus estudios de astrología, al ocultismo y al tarot. Y todo eso encontraría un propósito con los años.

De sus relaciones amorosas se sabe que hubo dos que lo marcaron.

De la primera se dice que su novia murió en 1968 en un accidente aéreo. No hay datos del nombre de la supuesta mujer.

Esa tragedia –cuenta la historia, que suena a leyenda– lo hizo tomar la decisión de irse a vivir a la India para superar la depresión que le surgió. Recordemos que a esas altura de su vida, Wálter no era famoso aunque ya era un actor con apariciones frecuentes en teatro y en telenovelas en Puerto Rico. También era bailarín.

En la India se da su transformación al conocer al maestro Osho, un líder espiritual que formó comunidades y cuyo mensaje de amor se difundió con más fuerza luego de su muerte, en 1990. Wálter se hizo su discípulo.

El segundo amor de su vida, la mujer con la que en algún momento se dijo que se iba a casar, es la brasileña Mariette Detotto, bailarina, actriz y modelo de la revista Playboy.

Con el tiempo, Mercado desmintió que estuvieran a punto de casarse, pero sí admitió que estaba enamorado y que se daba besos en la boca. Se dice que con ella acabó su renuncia de años a mantener relaciones sexuales, pero ese también es un tema que permanece rodeado de misterio, como muchos más en la vida del astrólogo.

Esa supuesta renuncia al sexo se dio porque él pretendía mantenerse en un estado “puro”.

¿Camilo Sesto en la historia?

Wálter Mercado saltó a la fama internacional cuando el productor televisivo Elín Ortiz le pidió que cubriera quince minutos al aire porque uno de sus invitados no había llegado.

En algunos medios se cuenta que ese invitado era Camilo Sesto, el cantante español fallecido el 8 de setiembre de este año, y que Wálter no sabía de qué hablar hasta que Ortiz, a sabiendas de su conocimiento de la astrología, lo motivó a hacer predicciones astrológicas.

Wálter lo hizo con soltura y encantó.

Al día siguiente, las llamadas al canal solicitando el segmento fueron tantas que saturaron la central. Así comenzó el famoso: "me despido con mucha paz, pero sobre todo mucho, mucho amor’, en el espacio “El show de las 12”.

Wálter se mantuvo en la cúspide de la fama durante los años setenta, ochenta y noventa principalmente. En 2011 anunció que se dejaría de llamar Wálter Mercado y que su nuevo nombre era Shanti Ananda. Ese nombre significa “paz y felicidad” y según él, le fue revelado por los seres de luz en otro viaje a la India.

El cambio, que parece algo muy espiritual, tiene un origen totalmente mundano. Obedeció a un pleito legal que perdió contra una empresa que tenía los derechos sobre su nombre, que él había cedido en 1995.

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alleció el 2 de noviembre en Puerto Rico de una insuficiencia renal y hubo una gran despedida para el astrólogo moderno más famoso.