EscucharA la bombera Adriana Villalobos, de la Unidad Operativa de Cavernas y Montañas le tocó una dolorosa misión al tratar de rescatar con vida a un peón que cayó a un pozo artesanal, en Uvita de La Ceiba, en Orotina.
Jonathan Sandí, jefe de batallón de Bomberos, confirmó que la emergencia la atendieron a partir de las 7:36 a.m., de este lunes 22 de julio, cuando les alertaron de la tragedia.
Sostuvo que la situación era muy compleja, pues se trataba de un pozo de 30 metros de profundidad, con un diámetro de 90 centímetros a un metro, así que debido a su alta complejidad se debió trabajar de la forma más segura y profesional posible.
“Utilizamos un equipo especializado de cuerdas, un medidor especial de atmósfera, el cual nos indica la concentración de oxígeno y la posibilidad de que exista algún tipo de gas. Cubiertos esos detalles, metimos a una bombera que tiene la particularidad de tener un físico apto para el tipo de diámetro del pozo. Ella ingresó primero para determinar rápidamente la condición de la persona, pero lamentablemente no contaba con signos vitales en ese momento”, señaló Sandí.
La víctima fue identificada preliminarmente solo como Lorenzo, de aproximadamente 35 años. Su muerte fue confirmada a las 10:30 a.m. Una hora después realizaron el rescate del cuerpo.
El cruzrojista Jorge Matamoros agregó que el pozo no tenía agua y eso facilitó que la estructura del pozo estuviera compacta y evitar la caída de material encima del trabajador y de la rescatista.
En este rescate trabajaron cruzrojistas y bomberos de Unidades especiales, además de las estaciones centrales de San José, Miramar y El Roble.
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Esta es la cuarta emergencia que ocurre en este 2024, debido a accidentes de trabajadores que caen en pozos de agua. En enero anterior, un trabajador sobrevivió luego de estar 16 horas atrapado dentro de un pozo de doce metros de profundidad, en Tabarcia de Mora; luego, en marzo pasado, rescataron a otro trabajador que quedó atrapado en Golfito, zona sur del país. Además, en abril, otro trabajador cayó a un pozo en Tierra Blanca de Cartago; en estos tres casos las víctimas sobrevivieron, pero muy delicados.
