Los nueve sentenciados por el secuestro y muerte del empresario estadounidense William Sean Creighton llevan dos noches en las celdas de los Tribunales de Goicoechea.
En el Ministerio de Justicia explicaron que aún no han sido llevados a las cárceles ya que deben cumplir la cuarentena por el covid-19, ya que estuvieron cerca de otras personas durante la lectura de la condena.
Además, este fin de semana comenzaron a analizar los perfiles y el nivel de peligrosidad de los condenados y, dependiendo de esto, los pueden enviar hasta a Máxima Seguridad de La Reforma, en Alajuela, o a otros centros penales con personas de mejor conducta.
Siete de ellos fueron condenados a 65 años de prisión por asociación ilícita, secuestro con muerte y robo agravado, se trata del líder de la banda de apellidos Morales Vega, así como la abuela, la mamá, y un tío de este, de apellidos Aguirre Leal, de 75 años y Vega Aguirre (mamá y tío con el mismo apellido). Además de la novia del cabecilla, apellidada Solís Chaves.
También una maestra de apellidos Sanabria Abarca y un guarda de la UCR apellidado Martínez Chacón, alias ‘Buda’.
Eso sí, solo pasarán 50 años encerrados, ya que esa es la pena máxima en Costa Rica.
También analizan el perfil de los dos oficiales de tránsito condenados, uno de apellidos Jirón López, condenado a 35 años, y otro apellidado Medrano Vargas, sentenciado a 25 años.
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Trascendió que el análisis abarca desde antecedentes, problemas en los que estuvieron relacionados, entre otros.
La sentencia se las dieron este viernes cerca de las 5 p.m.
William Creighton fue secuestrado el 24 de setiembre del 2018 luego de que oficiales de Tránsito lo detuvieron. El clan familiar lo secuestró para exigir una suma millonaria, el rescate fue dado en Bitcoins, pero la víctima no fue liberada.