Sucesos

Asesina en serie mató y enterró a tico en el patio de su casa en Estados Unidos

Netflix contó en un documental el caso de Dorothea Puente, una mujer que asesinó y enterró a 7 personas en el patio de su casa, incluido el tico Álvaro González Montoya.

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La desaparición del costarricense Álvaro González Montoya, mejor conocido como Bert Montoya, fue el elemento que le permitió a las autoridades de Estados Unidos desenmascarar a Dorothea Puente, una despiadada asesina en serie que se ocultaba detrás de una imagen de “dulce abuelita”.

Entre 1982 y 1988, Puente asesinó a nueve personas, a siete de ellas, incluido el costarricense, las enterró en el patio de su casa, ubicada en Sacramento, en el estado de California. Esa vivienda aún sigue en pie y es conocida como la “Casa de la Muerte”.

Este impactante caso forma parte del documental “El peor inquilino” producido Netflix, el cual ya está disponible para que usted conozca más detalles de esta escalofriante historia. La historia del asesinato del tico es el primer capítulo y lleva por nombre “Llámenme abuela”.

El capítulo se basa en entrevistas a personas que fueron claves en la resolución del caso, como por ejemplo Judy Moise, la trabajadora social que llevó a González hasta esa vivienda, sin saber lo que le pasaría.

Ella fue quien interpuso la denuncia por la desaparición de Bert, la cual permitió que la Policía encontrará los siete cuerpos enterrados en la propiedad de Puente.

Documental El Peor Inquilino de Netflix. Captura de Netflix.

Pasado confuso

Sobre el pasado de Bert se sabe muy poco, lo único que Moise pudo averiguar mientras lo ayudaba es que este nació en Costa Rica el 8 de setiembre de 1936 e ingresó de forma legal a Estados Unidos en 1962, acompañado de su madre y una hermana.

“Comenzó a padecer esquizofrenia a los 16 años. Sus padres habían tratado de ayudarlo y lo internaron en una institución mental, donde lo trataron con terapia de choques. Cuando le dieron la salida se fue de casa, no le dijo a su familia”, cuenta Moise en el documental.

Judy conoció a Bert en un centro de rehabilitación para alcohólicos en Sacramento y le extrañó que él estuviera ahí sin tener ningún tipo de adicción, por eso decidió ayudarle a encontrar un mejor hogar.

Fue ahí cuando escuchó hablar de una “abuelita” que tenía una casa en la que recibía a personas con problemas mentales y de adicción. Cuando conoció a Dorothea le pareció una mujer maravillosa, por lo que accedió a que Bert se quedara con ella.

Documental El Peor Inquilino de Netflix. Captura de Netflix.

Moise había conseguido que Bert recibiera un cheque de ayuda social por parte del Estado gringo, pero como no tenía familiares cerca Dorothea se ofreció a recibir ese dinero para pagar los gastos de alquiler y alimentación.

Falso viaje a México

Según cuenta Moise, la vida empezó a sonreírle al tico en esa casa, pues Dorothea lo chineaba mucho e incluso tenía su propio cuarto. Sin embargo, todo cambió drásticamente en noviembre de 1988, cuando González desapareció misteriosamente.

Cuando Judy preguntó por Bert, Dorothea le dijo que este se había ido a una fiesta en México junto a un hermano y que volvería pronto.

Pocos días después la trabajadora social preguntó de nuevo por el tico y esta vez le dijeron que luego de regresar de México, Bert se fue con su familia, pero para Judy la historia no tenía sentido, por eso denunció la desaparición de González ante la Policía.

Documental El Peor Inquilino de Netflix. Captura de Netflix.

Excavaron el patio

Luego de recibir la denuncia por la desaparición de Bert, la Policía visitó la casa de Dorothea, ella les dio la misma versión sobre el viaje a México, pero los uniformados tampoco se comieron el cuento y le pidieron permiso para cavar en su patio, pues Judy les había insistido que lo hicieran. Al final Puente accedió.

En la primera excavación los oficiales encontraron un hueso humano, se trataba del fémur de Leona Carpenter, de 78 años, quien había sido inquilina de Puente y supuestamente también se había ido de la casa.

Dorothea aseguró que no tenía nada que ver con eso, y antes de ser señalada como sospechosa le pidió permiso a los detectives para tomarse un café con un sobrino que estaba en un hotel a la vuelta de la cuadra, pero más bien aprovechó ese momento para darse a la fuga.

Documental El Peor Inquilino de Netflix. Captura de Netflix.

Mientras se giraba una orden de captura nacional contra la abuelita, la Policía siguió cavando en el patio y envuelto en una enorme manta encontraron el cuerpo de Bert González.

Además de los restos de Carpenter y González, en ese patio hallaron los cuerpos de Dorothy Miller, de 64 años; Benjamin Fink, de 55 años; Betty Palmer, de 78 años; James Gallop, de 62 años y Vera Faye Martín, de 64 años.

Las autoridades descubrieron que Puente asesinó a estas personas para adueñarse del dinero que recibían por medio de los cheques del seguro social. Los envenenó poco a poco al darles diferentes medicamentos.

Fue así como ganó cerca de $100 mil, los cuales usaba para donaciones a campañas políticas y obras de beneficencia, pues para ella era importante su imagen ante la sociedad.

Captura y sentencia

Documental El Peor Inquilino de Netflix. Captura de Netflix.

Puente fue detenida días después en Los Ángeles, a 644 kilómetros de su casa, debido a que un cliente de un bar la reconoció y la delató ante la Policía, al parecer, ella andaba detrás de una nueva víctima.

“En una época solía ser una buena persona”, dijo a los medios luego de ser capturada.

Además de los siete homicidios ocurridos en su casa, Dorothea también fue acusada por las muertes de Ruth Monroe, de 53 años, una amiga a la que mató con una sobredosis de medicamentos para robarle su dinero, y Everson Gillmouth, de 77 años, quien fue su pareja.

El cuerpo de Gillmouth fue encontrado dentro de una caja de madera en el condado de Sutter en 1986, pero fue hasta tres años después que se supo su identidad.

Documental El Peor Inquilino de Netflix. Captura de Netflix.

Durante el juicio en su contra, Dorothea admitió cobrar los cheques de las víctimas, pero aseguró que no los mató, que todos fallecieron de forma natural y ella solo los enterró en el patio. Dijo que no llamó a la Policía pues estaba en libertad condicional (había sido condenada 1982 por robar y cobrar cheques de adultas mayores).

El 11 de diciembre de 1993, Dorothea Puente fue sentenciada a cadena perpetua, pero solo se le condenó por los homicidios de Leona Carpenter, Dorothy Miller y Benjamin Fink.

Esto se dio debido a que parte del jurado creyó en la imagen de dulce abuelita de Puente y en vez de condenarla a muerte redactaron un veredicto de culpabilidad solo por tres de los crímenes.

Dorothea Puente murió el 27 de marzo del 2011 en prisión, para ese momento tenía 82 años. En cuanto a la Casa de la Muerte, esta sigue intacta en sacramento, pues desde antes de los crímenes era considerada un monumento histórico.

Adrián Galeano Calvo

Adrián Galeano Calvo

Periodista de Sucesos y Judiciales en el periódico La Teja desde 2017. Cuenta con un bachillerato en Relaciones Públicas de la Universidad Latina y una licenciatura en Comunicación de Mercadeo de la UAM. En el 2022 recibió el premio a periodista del año del periódico La Teja.

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