Sucesos

En tercer atentado asesinan a narco limonense Chitá

Chitá viajaba en un auto como acompañante cuando le pegaron un balazo en la cabeza.

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José Manuel Rojas Kelly, de 35 años, más conocido como “Chitá” fue asesinado este domingo en la madrugada de un balazo en la cabeza, en Alajuela.

Anteriormente le intentaron quitar la vida en dos ocasiones, pero los asesinos insistieron y en la tercera oportunidad cumplieron con su objetivo.

Según informó el OIJ, Rojas estaba a eso de las 3 de la madrugada, en las cercanías de El Invu Las Cañas, en Alajuela. El viajaba como acompañante y desde otro carro les dispararon.

El auto en el que viajaba Chitá se estrelló contra un muro a unos 50 metros de donde les empezaron a volar plomo. El chofer del auto en que viajaba Chitá, según testigos, salió corriendo del lugar.

“Chitá” recibió un balazo en la cabeza por lo que fue trasladado al hospital San Rafael de Alajuela donde falleció minutos después mientras era atendido en la sala de emergencias.

El OIJ indicó que recogieron gran cantidad de casquillos en la escena.

Kelly ha enfrentado a las autoridades varias veces por delitos relacionados con drogas. Además, su esposa, empleados y un hermano fueron asesinados de forma violenta.

El 9 de noviembre pasado el hermano de Chitá, Wálter Kelly Rojas, de 41 años, fue asesinado cuando estaba en una casa en construcción en barrio Atlántida, en Limón centro. Esta vivienda es la última de la comunidad y colinda con una montaña, sitio por donde entraron los pistoleros, que llevaban armas tipo AK-47 y calibre 22, para matarlo.

Él no tenía antecedentes, era comerciante y era dueño de unas cabinas. Los asesinos le dispararon en la cabeza, el estómago y las piernas. Se presume que a Wálter, quien era padre de tres hijos fue asesinado debido a una venganza contra su hermano.

El Día de San Valentín, 14 de febrero del 2018, “Chitá” sobrevivió a una balacera en su contra en la que según el OIJ le dispararon en 80 ocasiones, cuando viajaba en un carro por el cruce entre Beverly y Filadelfia, en Matama de Limón. Los pistoleros aprovecharon que redujo la velocidad del auto para dispararle con armas AK-47 y AR-15.

Las víctimas mortales de esa lluvia de disparos fueron identificadas como Álvaro Torres Rojas, de 49 años, y su hijo Andrés Mora Campos, de 22, quienes presentaban disparos principalmente en cabeza, el pecho y las piernas. Ellos eran padre e hijo y breteaban, según las autoridades, para Chitá. Mientras que José Manuel solo resultó herido en la mano derecha.

El golpe más duro para Chitá ocurrió el 15 de marzo del 2017, cuando asesinaron a su esposa.

El caso ocurrió a eso de las 8:45 de la noche en Matama Limón, cuando los pistoleros aprovecharon que el carro iba a cruzar el puente sobre el río Dondonia para disparar. Ese día fallecieron David Aragón Fernández (de 26 años) y Roschelly Lawson Wright (de 27 años, esposa de Kelly); así como dos niños de 4 y 5 años, quienes eran hijos de Aragón. Los gatilleros pensaron que Chitá estaba con ellos en el auto.

Sobrevivieron la pareja de Aragón, identificada con los apellidos Barrantes Rojas, de 26 años y madre de los niños que murieron; así como dos hijos de Lawson, de 8 y 3 años.

Cuando ocurrió ese caso, Chitá estaba en un juicio en los tribunales de Goicoechea, debido un ataque a balazos (121 en total), que al parecer él ordenó contra una vivienda, ocurrido el 29 de julio del 2014 en el barrio Pacuare, en el centro de Limón. En ese caso también figuraba como acusado, Dinier Estrada, alias Ojos Bellos. En ese momento Chitá tuvo que acogerse al programa de protección de testigos.

En la primera balacera en su contra hace varios años, Kelly había perdido una pierna por lo que usaba una prótesis. La primera vez que la Policía supo de él fue en setiembre del 2003, cuando lo condenaron a cinco años de cárcel por el robo de ¢9 millones a un mensajero de la Mutual Cartago de Ahorro y Préstamo (Mucap). Ese atraco ocurrió el 18 de abril del 2000 en el centro de Limón y en esa ocasión el hombre aceptó los cargos y se sometió a un proceso abreviado.

El OIJ lo había investigado por drogas, tentativas de homicidios, agresiones con arma y incluso estuvo en la cárcel varias veces por distintos delitos, pero desde que mataron a su esposa mantuvo un bajo perfil.

Silvia Coto

Silvia Coto

Periodista de sucesos y judiciales. Bachiller en Ciencias de la Comunicación Colectiva con énfasis en Periodismo. Labora en Grupo Nación desde el 2010.

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