Sucesos

Ataque de cocodrilo persigue a jovencita siete años después

Sobreviviente asegura que tiene mucho dolor y que a cada rato se desmaya

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El cocodrilo que mordió a Yuri Cerdas Jirón en el 2013 la sigue atormentando casi siete años después.

Por culpa del reptil, a la joven le tuvieron que cortar gran parte de su pierna derecha el 30 de junio del 2013, sin embargo, esa pesadilla no ha terminado, pues deben volver a cortarle otra parte del pedacito de pierna que le queda.

La joven nos atendió en la humilde casita donde vive junto con su familia, en Estrada de Matina y nos contó que se siente aterrorizada por tener que entrar de nuevo al quirófano.

“Aunque han pasado muchos años yo no he dejado de ir a citas a cada rato, he estado mal, no logró recuperarme bien, tengo dos puntos en el muñón que no dejan de infeccionarse y la prótesis me lastima más, los doctores dicen que para quitar esa infección es necesario volver a cortarme otro pedazo de la pierna y la verdad estoy muy asustada, ha sido mucho lo que he tenido que pasar”, dijo la joven.

Yuri fue atacada por el cocodrilo cuando se estaba bañando en un pequeño río en Matina de Limón, mientras sus padres estaban buscando ramas secas para cocinar, pues les habían cortado la luz y no tenían plata para pagarla.

En ese río abundaban los cocodrilos y uno agarró a Yuri y la empezó a jalar para sumergirla.

Doña Bienvenida Jirón, mamá de la joven de 20 años, asegura que ella recuerda todo como si fuera ayer.

“Yuri empezó a gritar y a llorar, el animal la llevaba del tobillo, mi esposo y yo nos tiramos encima del animal para que la soltara, mi esposo le dio con un garrote, hasta que la soltó, medía unos cuatro metros, fue y es una pesadilla”, recordó doña Bienvenida.

A la joven la llevaron al hospital Tony Facio, en Limón, pero debido a la gravedad de la herida, la trasladaron al hospital Calderón Guardia, donde finalmente le cortaron la piernita.

Yuri pasa en su casa ayudándole a su mamá a cuidar a sus cinco hermanitos.

“Yuri no ha recuperado la salud desde que le pasó lo del ataque, ella sigue con citas, pero a veces por falta de dinero no la podemos llevar porque no nos alcanza para los pasajes, nos ofrecen llevarnos en ambulancia, pero como ella es mayor de edad no dejan que el papá la acompañe y a ella le da mucho miedo ir sola a San José, la ven en el Hospital México, ella dice que si va, se va a perder”, explicó doña Bienvenida.

La mamá dice que tiene varias semanas de estar muy preocupada porque en cualquier momento Yuri se desmaya.

“A veces está acostada dormida y cuando la oigo es que está pegando gritos y se termina cayendo de la cama, yo ya casi ni duermo porque paso dándole vueltas a ella, no tengo tranquilidad.

“Desde hace un año se desmaya, hasta varias veces, pero le hicieron un electrocardiograma y otros exámenes y todo está bien”, explica la mamá, quien también tiene otro hijo con discapacidad.

La situación económica de la familia de Yuri es muy difícil porque el señor gana ¢50 mil colones por semana y de ahí deben sacar lo de las citas.

Yuri está muy preocupada porque para pagar las últimas visitas al doctor tuvieron que gastar el dinero que tenían para los uniformes de dos de los hermanitos de ella, uno que entraba al colegio y el otro al kínder.

Los dos estudiantes estaban muy ilusionados con regresar a clases, pero no han podido y la familia tampoco sabe si podrán hacerlo.

“Yuri se pone triste, pero nosotros le decimos que no la vamos a dejar, que vamos a salir adelante aunque es mucho lo que hemos pasado, a veces vendemos cosas de la casa para poder comer, pero lo importante es que seguimos juntos, yo deseara irme a trabajar, pero tengo que cuidar a mis hijos y cuidarla a ella”, añade la madre.

Pulseadora

La sobreviviente ya terminó el bachillerato, por lo que ahora su sueño es ir a la universidad.

“Este año iba a entrar a la Uned, pero como tengo que operarme no lo voy a hacer porque no sé cuánto tiempo tarde con la recuperación, quiero estudiar ciencias policiales, eso me gusta mucho y tengo la posibilidad de ir a la U que está cerca.

"Yo tengo otra hermana que estudia en la universidad, pero ella vive con mi abuela, espero terminar la carrera para poder ayudar a mis papás, ellos no quieren que yo deje de estudiar”, dijo la joven.

El próximo 18 de junio la joven tiene que ir al hospital para que le digan cuándo la operan, incluso no sabe si ese día la van a dejar internada.

“Yo le tengo mucho a miedo a todo lo de los doctores, no sé si es por todo lo que he pasado, hasta cuando me vienen a vacunar a la casa me da miedo".

Silvia Coto

Silvia Coto

Periodista de sucesos y judiciales. Bachiller en Ciencias de la Comunicación Colectiva con énfasis en Periodismo. Labora en Grupo Nación desde el 2010.

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