Pese a los momentos de angustia y dolor que vivió, el cantante Cristian Zamora Morales, de 46 años, no le guarda ningún rencor a los dos gatilleros que le pegaron un balazo en la espalda cuando regresaba a su casa.
“Yo perdono a esas personas, aunque no las conozca, porque a como se dieron los hechos nunca logré verlos. La vida que ellos pueden tener debe ser terrible, por eso tampoco puedo juzgarlo, si son buenas o malas personas, pero yo quiero decirles que desde el fondo de mi corazón los perdono, aunque no me crean”, dijo Zamora.
La balacera ocurrió el miércoles 5 de agosto a las 11:50 de la mañana, en Concepción de La Unión, Cartago, en las cercanías del centro comercial Plaza Madrid.
Los gatilleros querían acabar con la vida de Bryan Navas Redondo, de 29 años, quien estaba dentro de un carro junto a otro hombre apellidado Incera, quien también resultó herido.
Afortunadamente, Zamora logró reponerse de la herida y este lunes le dieron de alta en el hospital Max Peralta.
Desde su casa, el cantante del grupo musical ParDeTres conversó con La Teja sobre todo lo que vivió ese día.
Un poco de ejercicio
El día del suceso, Cristian, quien es vecino de La Unión, salió de su casa para hacer un poco de ejercicio, pues por la situación con el covid-19 tenía bastante tiempo de estar encerrado.
“La semana antepasada había cumplido años, entonces le dije a mi esposa que iba a salir a correr un poco, porque me sentía pesadito, agarré lunes, martes y miércoles, que fue cuando pasó este bendito accidente”, añadió.
Ese día Zamora corrió hasta Plaza Madrid y de ahí se fue caminando hacia su casa, que está a unos 300 metros.
“Recuerdo que había dos carros cerca de la acera y cuando pasé por ahí escuché varios balazos, entonces salí corriendo por el susto, pero lo que menos me imaginé es que una bala me iba a impactar”, añadió.
Según el cantante, en ese momento sintió un calor terrible en su espalda y un dolor como si alguien le hubiera clavado un palo de escoba.
“Lo primero que hice fue encomendarme al Señor”, agregó.
Ángel
Para fortuna de Cristian, un ángel de carne y hueso llegó a tiempo para salvarle la vida pues un paramédico que estaba en su día libre, pero cerca del lugar de los hechos, lo atendió mientras llegaba la ambulancia.
El nombre del buen samaritano es un misterio para el músico.
“Incluso se fue conmigo en la ambulancia, recuerdo que me dijo ‘mae, usted va a sobrevivir, usted es fuerte'”, contó Zamora.
El cantante dijo que el momento más duro lo vivió cuando la ambulancia iba pasando por Ochomogo, pues las fuerzas se le acabaron.
“Fue como cuando uno se mete a una piscina y siente en los oídos como un sonido raro, como destapándose, algo así fue lo que sentí, como que me bloquee en ese instante”, recordó.
Afortunadamente los cruzrojistas lograron mantener a Zamora con vida y en el hospital Max Peralta de Cartago fue operado de emergencia.
“A las cinco de la tarde de ese día me desperté en la sala de recuperación y por dicha no en cuidados intensivos”, dijo.
Bala de recuerdo
Cristian guardará la bala con la que fue herido como un recuerdo, no porque así lo quiera, sino porque los médicos no pudieron sacarla porque quedó dentro de su hígado.
“Cuando la bala entró por la espalda me tocó un riñón, que me pudieron salvar, e inmediatamente pegó en el hígado y ahí quedo, es algo así como si agarras un balín y de güevazo lo metes en una gelatina”, explicó.
Según Zamora, los doctores le dijeron que esta situación no le causará ningún problema a futuro, pues el hígado es un órgano que puede regenerarse.