El Ministerio Público y Erick Ramos, abogado de la familia del estadounidense William Sean Creighton, han sostenido siempre que el empresario murió por asfixia después de haber sido secuestrado.
Sin embargo, la causa de muerte se convirtió en un misterio en pleno juicio porque la médico forense del Poder Judicial afirmó que el cuerpo del extranjero presentaba un hueso quebrado (llamado hiodes) y una antropóloga no concordó con esa información.
En quienes mueren estrangulados es común que este hueso se encuentre roto.
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Ante esta situación, Ramos ofreció llevar al juicio a un médico forense chileno pues una testigo que tenían de Estados Unidos al final no fue al debate; no obstante, los abogados de los acusados se oponen a recibir al experto chileno.
Este punto fue el único que se discutió este lunes en la sala 3 de los Tribunales de Goicoechea. Las juezas dijeron que lo resolverán este martes.
Se espera una vez superado ese asunto se inicien las conclusiones del juicio, que comenzó en agosto del 2021.
A Creighton lo secuestraron la noche del lunes 24 de setiembre del 2018 en San Pedro de Montes de Oca y su cuerpo apareció el 17 de setiembre del 2019 en una fosa del cementerio de Quepos.
La familia del empresario pagó una millonada en bitcóins (monedas virtuales) a cambio de su vida, pero luego de recibir el dinero los sospechosos dejaron de responder llamadas y mensajes.
Por estos hechos hay once acusados; uno de ellos --de apellidos Ford Dowman-- aceptó los cargos y se sometió a un proceso abreviado en el cual le pusieron una pena de 33 años de cárcel.
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En el juicio siguen el supuesto líder de la banda que secuestró al empresario, un hombre de apellidos Morales Vega; la mamá de él, apellidada Vega Aguirre, y a la novia de Morales, de apellidos Solís Chaves. Además están la abuela de Morales Vega, apellidada Aguirre Leal, y un tío del supuesto líder, de apellidos Vega Aguirre.
Y también se encuentran en juicio personas de apellidos Martínez Chacón, Sanabria Abarca (una maestra), Sánchez Gamboa, Jirón López y Medrano Vargas (los dos últimos son oficiales de Tránsito).