El hombre de apellidos Vargas Marín, detenido el viernes como el presunto líder de una banda dedicada al robo de contenedores, tenía un pequeño y fino zoológico en un chuzo de finca en Sarapiquí.

La Policía Judicial le decomisó al sospechoso, a quien le dicen Salchichón, varias lapas, emús (como avestruces pero más pequeños), faisanes y ovejas. Los agentes no detallaron cuántos animales de cada especie fueron incautados.

LEA MÁS: "Salchichón", el líder de banda que asaltaba contenedores y vivía entre lujos

Lo que sí se sabe es que el hombre tenía al menos dos lapas verdes, cuatros lapas rojas, dos lapas amarillas suramericanas y dos híbridas, que son la combinación de las dos últimas.

Estas aves fueron llevadas a Rescate Animal Zoo Ave, en La Garita de Alajuela, donde están siendo examinadas.

Rónald Sibaja, trabajador de dicho centro, contó que la mayoría de las aves están en buenas condiciones.

“Se les hizo un chequeo físico ayer (viernes) cuando llegaron y a simple vista se ven bien. La mayoría están con un peso adecuado para su etapa adulta, que ronda los mil gramos, solo dos están pesando cerca de ochocientos gramos, lo que es bajo para ellas. Unas tienen algunos problemas de plumaje, pero nada serio.

“Se les están haciendo exámenes médicos de sangre y de heces para verificar que no tengan alguna de enfermedad que pueda ser contagiosa para las demás aves del centro. Debido a eso van a estar aisladas unos 40 días, ya luego podrán ponerse en los recintos junto con los demás animales del centro.

Sibaja explicó que hasta hace unos tres años las personas podían tener este tipo de animales en sus casas, siempre y cuando cumplieran con ciertas condiciones; sin embargo, debido a la modificación de la Ley de Vida Silvestre ahora eso es completamente prohibido.

El especialista dijo que en el mercado negro las lapas pueden comprarse en unos $3.000 (¢1.716.000). Ellas se alimentan de frutas, semillas y hasta nueces.

En cuanto a los emús, dijo que son originarios de Australia y se parecen a las avestruces, pero en una versión más pequeña.

LEA MÁS: Sobreviviente lucha por superar accidente que puso su vida cuesta arriba

Emús populares

Rodolfo Vargas, biólogo regente del Refugio Animal de Costa Rica, comentó que hace unos 12 años se dio una reproducción y comercialización masiva de emús en el país, por lo que gran cantidad de personas tienen en sus fincas.

El precio de una pareja de estos animales ronda los ¢200.000 y por su tamaño deben tenerse en lugares amplios. La alimentación es similar a la de una gallina, les gusta el pasto y también los concentrados. Algunas personas consumen su carne.

Los faisanes son una especie de aves más pequeñas y hay una gran variedad. Vargas contó que en las veterinarias los venden desde los ¢10.000.

“Las personas han ido mezclando ciertos tipos de faisanes buscando coloraciones y eso aumenta el valor de esos animales, algunos llegan a venderse hasta en 400 mil colones. No ocupan mucho campo y su forma de alimentación también es similar a la de las gallinas”, explicó Vargas.

Sobre las ovejas, el biólogo contó que Senasa tienen regulaciones sobre los lugares donde pueden vivir. Ellas comen pasto, heno y también concentrado.

El valor de las ovejas hembra ronda los ¢40 mil y ¢60 mil y los machos son comercializados en un precio menor.

El Organismo de Investigación Judicial (OIJ) informó que en el allanamiento de la finca estuvieron presentes funcionarios del Servicio Nacional de Salud Animal (Senasa) y del Sistema Nacional de Áreas de Conservación (Sinac), estos últimos fueron los que recogieron a los animales. No se tiene conocimiento de dónde fueron llevados los emús, los faisanes y las ovejas.

Salchichón no solo tiene buen gusto para los animales, también es fino a la hora de viajar, ya que se sabe que acostumbraba volar a Europa y Asia, uno de sus destinos preferidos era Dubái.

LEA MÁS: Recupera excavadora de ¢43 millones millones que vivazo le robó a mexicano en Siquirres

Además, llevaba un elevado nivel de vida en Costa Rica. Tiene una casa y un negocio de mariscos en Santa Bárbara de Heredia y la gran finca de cinco hectáreas en Sarapiquí, a la cual iba a pasear frecuentemente. Ahí botaba estrés ya que, además de los exóticos animales, cuenta con dos ranchos, cinco cabinas, una cancha de fútbol y dos piscinas.

La Policía Judicial investigó a la banda, supuestamente liderada por él, durante dos años y se estima que en ese tiempo tuvo ganancias por al menos ¢1.800 millones.