Sucesos

Delincuencia le quitó a su esposo quien le dejó el regalo más preciado

Familia que perdió a un ser querido espera que este año que se inicia los hogares ticos no sufran por la inseguridad

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Laura Portuguez Campos entraba a la menopausia cuando unos maleantes asaltaron, balearon y dejaron inválido a su esposo Edwin Campos Sánchez, quien luego de diez meses y dieciséis días de lucha falleció.

Mientras ella trataba de asimilar el duro momento del ataque se enteró que estaba embarazada. Ella quiso compartir su historia para hacer un llamado a las autoridades en su lucha contra la inseguridad, después de dejar atrás un 2019 con 560 homicidios y cuando ya sumamos ocho crímenes en los primeros seis días de este 2020.

La pareja ya tenía dos hijas adultas, pero Edwin siempre quiso tener un varoncito y el sueño se hacía realidad a los 26 años de casados.

Lamentablemente este papá nunca lo pudo chinear como deseó, ya que debido a las lesiones ocasionadas por las balas solo tenía movilidad en las manos, apenas tuvo chance de acariciarle sus piernas y carita.

El 23 de marzo se cumplirán 15 años del fallecimiento de Edwin y aunque Laura lo sigue extrañando, aprendió a ser una mujer fuerte que ha sacado a su hijo menor adelante. El ya es un muchacho que está en el colegio.

Para esta valiente mujer, de 57 años, es inevitable que le salgan las lágrimas al recordar todo lo que Edwin y ella construyeron hasta que se convirtieron en víctimas de la delincuencia la noche del jueves 6 de mayo del 2004 en Barreal de Heredia.

“Nos casamos cuando yo tenía quince y él diecinueve años, él fue un hombre muy trabajador, era comerciante. En el día vendía frutas o café y en las noches salía a piratear para ganarse algo más para la casa, a él lo atacaron para asaltarlo, pero al final no le robaron nada, solo fue para hacerle el daño.

“De él tengo hermosos recuerdos, pero siempre lo veo reflejado en nuestro hijo, físicamente son idénticos, además el carácter de mi hijo es el mismo de mi esposo, es el regalo más grande que me pudo haber dejado porque a través de su imagen y presencia mantengo vivo el recuerdo del hombre que aún amo”, manifestó la luchadora quien como toda madres desea ver a su hijo triunfar y sabe que su esposo, en dónde esté, está orgulloso de él.

En las buenas y en las malas

Don Edwin era el soporte de la casa, sin embargo, Laura recuerda que su esposo nunca aceptó haber quedado inmóvil, porque siempre fue una persona muy activa que se esforzaba por darle lo mejor a la familia.

Durante sus últimos meses de vida aprendió a cuidarlo para darle calidad de vida. Incluso el último logro de su esposo fue dejarle una casa propia a ella e hijos en barrio Cristo Rey de San Joaquín de Flores en Heredia.

Doña Laura le agradece que por lo menos evitó que anden rodando de casa en casa.

“Él nunca estuvo inconsciente, estuvo internado tres meses en Centro Nacional de Rehabilitación (CENARE) y allí aprendí a ponerle un cateter, a inyectarlo, limpiar las sondas, a darle todos los cuidados porque los médicos me decían que de lo contrario a él lo mandarían a otro sitio y no a la casa

“Durante el tiempo que estuvo internado hasta atendí a otros dos hombres que estaban en el mismo salón de mi esposo y necesitaban ayuda, uno era un muchacho que se había tirado a una poza y quedó paralítico, el otro era un señor de nombre Óscar, ellos murieron antes que mi esposo”.

Laura asegura que cada vez que conoce alguna historia de un sobreviviente de un ataque de los delincuentes, revive todas las angustias que soportó por culpa de los maleantes.

“Es triste que los años pasen y sigamos escuchando situaciones similares, yo me alegro por los sobrevivientes de ataques, desearía que mi esposo siga con nosotros, pero la voluntad de Dios fue llevárselo”, dijo resignada.

Hace cualquier trabajo digno

Doña Laura es el sostén de la familia y ella hace cualquier trabajo digno que le ofrezcan desde limpiar casas, comercios o lo que le propongan que sea honrado.

El hijo de Laura se quedó en matemáticas de noveno y ella desea esforzarse más para pagarle unas clases y que su hijo este año curse el décimo año.

Ella ha soportado tanto dolor que en diciembre del 2018 sobrevivió a un preinfarto y las últimas noches de este año ha pasado con taquicardia (latidos acelerados del corazón) pero sigue luchando para superar el brusco giro a su vida a causa de la delincuencia.

Alejandra Morales

Alejandra Morales

Bachillerato en Periodismo en la Universidad Internacional de las Américas y licenciada en Comunicación de Mercadeo en la UAM. Con experiencia en temas de sucesos y judiciales.

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