Tres hombres y una mujer fueron detenidos la mañana de este miércoles como sospechosos de asesinar a un taxista pirata llamado Amancio Hernández Rodríguez, de 32 años, y al guarda de seguridad de un club nocturno identificado como Leonardo Barboza Cerdas, de 37 años.

Los tres hombres son de apellidos Álvarez Álvarez, Chaves Brenes, ambos de 20 años y Alfaro González, de 33 años, mientras que la mujer fue identificada con los apellidos Venegas Ortega y de 27 años.

Los asesinatos por los que se les investiga ocurrieron entre la noche del 27 y la madrugada del 28 de octubre del año pasado en Esparza, Puntarenas y en Paraíso de Cartago.

Las detenciones las realizó el OIJ por medio de cuatro allanamientos en Esparza, Barranca, Jacó y San Ramón de Alajuela.

Gary Rodríguez, Subjefe del OIJ de Puntarenas, explicó que por medio de los allanamientos decomisaron evidencias de mucha importancia, como teléfonos celulares y prendas de ropa que los detenidos, aparentemente, usaron durante los dos crímenes.

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Último viaje

Se dice que los sospechosos pidieron un servicio de taxi la noche del domingo 27 de octubre. Hernández los recogió en San Ramón de Alajuela y ellos le pidieron que los llevara a Esparza.

Aparentemente, durante el recorrido se dio una disputa entre el pirata y los sospechosos, por lo que uno de ellos sacó una pistola y le disparó dos veces en la cabeza.

Antes de abandonar el cuerpo, el cual apareció la mañana del lunes 28 de octubre a la orilla del río San Jerónimo de Esparza, le robaron la billetera y el celular.

Como si nada hubiera pasado, los sospechosos se llevaron el carro de Hernández y se fueron para Cartago, donde aparentemente cometerían el segundo homicidio.

Balacera en club nocturno

Los sujetos llegaron a las 2 de la mañana al club nocturno Panter´s y a un hotel de paso que está a la par, en Paraíso de Cartago.

Se dice que ahí atacaron a varias personas que estaban en los cuartos del hotel y luego se dirigieron hacia el club, pero en su camino se toparon con el guarda de seguridad.

Los sujetos le habrían disparado a Barboza en la cabeza. El guarda fue llevado de emergencia al hospital Max Peralta de Cartago, pero falleció pocos minutos después.

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Los tipos habrían jalado en el carro con más de ¢400 mil. Horas después las autoridades encontraron el chuzo abandonado en el Rosal de Esparza.

Las autoridades no indicaron si los sospechosos planearon todo lo que ocurrió esa noche o si fueron actuando según lo que se les presentó.