Sucesos

Víctima de excura Mauricio Víquez ante condena de 20 años: “Hoy se hizo justicia por todos”

El exsacerdote pasará seis años en el tabo por abuso sexual y 14 por violación.

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Juicio contra exsacerdote Mauricio Víquez Lizano. Foto Alonso Tenorio.

El exsacerdote Mauricio Víquez Lizano fue condenado, la mañana de este miércoles 30 de marzo, a 20 años de cárcel por violar y abusar sexualmente de un menor de edad.

La víctima aseguró, tras el fallo, que siempre dijo la verdad.

Fueron seis años por el abuso sexual y 14 por un delito de violación agravada. Durante la lectura del fallo, Víquez lloró y se limpió los anteojos.

Los jueces del Tribunal Penal de Desamparados dictaron la sentencia en la sala 1 de los Tribunales de San José.

Además de la víctima, en primera fila estaban los otros tres jóvenes que denunciaron a Víquez, pero que sus casos ya prescribieron (eso está en apelación), ellos lloraron y se abrazaron al escuchar el por tanto.

Josué Alvarado, el afectado por el que condenaron a Víquez, aseguró que siente que la justicia le cumplió al 100 por ciento desde el momento en que se presentó a denunciar en el 2018.

“Hoy se hizo justicia, el camino ha sido tedioso, agotador, pero estamos viendo los frutos de ese camino, nunca pensé en desistir”, dijo el papá de dos hijos.

Alvarado aseguró que el tener que revivir en el juicio lo que enfrentó con solo 11 años, le provoca muchos sentimientos. Comentó que esposa y sus hijos han sido su sostén.

Además, reconoció que sus lágrimas al momento del fallo son sinónimo de liberación total.

“El fantasma que me acarreaba desde los 11 años desapareció”, dijo.

“Hoy se hizo justicia por todos”, comentó en referencia a los tres que esperan la apelación a ver si sus casos van a juicio.

También les agradeció a ellos por también haber denunciado y porque le dieron fuerzas para no guardar más silencio y enfrentar el proceso.

“Lo perdono (a Víquez), a pesar de todo, no sé por qué hizo eso conmigo y otros niños, lo perdono porque todo ser humano puedo cometer un error”, comentó.

La verdad

La jueza Ana Patricia Mora Arias aseguró, durante el fallo, que para ellos el relato del joven fue veraz y no hubo dudas de lo que el menor vivió cuando tenía 11 años, en el 2013, mientras realizaba algunas labores en la iglesia San Juan Bautista, en Patarrá de Desamparados.

Además, el Tribunal le reprochó a Víquez por aprovecharse de la necesidad de comida que tenía la familia del muchacho para cometer los delitos, pues el niño llegó a la iglesia buscando una trabajo y el sentenciado le dijo que solo había recogiendo hojas, lavando carros y limpiando, y que la paga era con diarios de comida.

“El ofendido aseguró que él era uno de ocho hermanos que estaban a cargo solo de su papá y que esos diarios eran muy significativos para su familia, y que varias veces trabajó en la iglesia, siempre en custodia del padre”, indicó la jueza.

Los delitos se empezaron a cometer cuando el exsacerdote le pidió al menor que le enseñara unas cicatrices que tenía en el abdomen por varias cirugías, entonces le tocó las nalgas y le observó sus partes íntimas.

Según el Tribunal, quedó demostrado que en algún momento aprovechó que el menor, quien ahora tiene 30 años, acudió a él porque no tenía cómo cancelar el recibo de la luz y después para pagar un paseo de la escuela, ya que eso lo usó para pedirle que le hiciera masajes en el pecho. El afectado dijo que en ese momento no lo vio mal porque le había tocado darle un masaje terapéutico a su abuelito; sin embargo, luego lo obligó a que le hiciera sexo oral. Cuando le dio para el paseo, fue que se dio la violación.

Mora aseguró que el menor no llegó a mentir, lo que hizo fue contar lo que recordó y además las fechas que dio fueron las que coincidían con las vacaciones del 2003.

A Víquez lo absolvieron de un delito de violación agravada debido a un tecnicismo en la fecha que se dijo que ocurrió el hecho, pues se dijo que fue en setiembre del 2003, pero en ese tiempo el padre no estaba en la iglesia.

Algunos de los testigos llegaron a decir que no habían menores ni secretaria en la iglesia, cuando sí había mujeres que colaboraban en ese puesto, otras cocinaban y otras limpiaban. Además, como en toda iglesia, había monaguillos.

También destacó que la víctima pudo hacer un croquis de la casa cural.

El afectado renunció a la acción civil pues aseguró que solo quería que se hiciera justicia, no plata.

Por este caso, Víquez enfrentó un primer juicio el 24 de enero, pero debido a la incapacidad por covid-19 de un juez, este fue anulado.

Más preventiva

El excura, de 57 años, tendrá que descontar seis meses de prisión preventiva mientras queda la sentencia en firme.

El defensor del exsacerdote, Rafael Rodríguez, aseguró que van a apelar la sentencia y que este miércoles fue la primera vez que su cliente veía a la víctima.

“Me dijo que nunca lo había visto”, comentó.

Silvia Coto

Silvia Coto

Periodista de sucesos y judiciales. Bachiller en Ciencias de la Comunicación Colectiva con énfasis en Periodismo. Labora en Grupo Nación desde el 2010.

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