Un joven, de 22 años, habría aprovechado su puesto como trabajador de una farmacia para robar la información bancaria de al menos cuatro clientes que llegaron a realizar unos pagos.
Según el Organismo de Investigación Judicial (OIJ), con esa información el sospechoso habría hecho varias transferencias para así adueñarse de aproximadamente ¢400 mil.
Debido a esta situación, es que agentes de la sección de Fraudes del OIJ detuvieron este martes al muchacho como sospechoso del presunto delito de estafa electrónica. La Policía Judicial aclaró que el joven ya no trabaja para la farmacia.
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La investigación inició luego de que un representante de una cadena de farmacias denunciara que, entre mayo y setiembre del 2022, cuatro de sus clientes reportaron que sus cuentas bancarias presentaron transacciones irregulares con sus tarjetas bancarias, justo después de haber realizado los pagos de sus cargos en las mencionadas farmacias, específicamente en Lindora.
“En la investigación realizada, se logró identificar mediante videos y pruebas obtenidas, que un funcionario de la farmacia era quien tramitaba el cobro correspondiente de los clientes y obtenía, mediante el uso de su teléfono celular, la información de las distintas tarjetas de crédito, esto grabando en video la información de los plásticos”, detalló el OIJ.
Al momento de ser detenido, al sospechoso se le decomisó su teléfono celular, el cual será revisado en busca de más evidencias. Finalmente, el hombre fue pasado con un informe al Ministerio Público para que se determine su situación jurídica.