Sucesos

Femicidio de Gabriela Pérez: “Ver la cara del hombre que mató a mi hermana no es fácil”

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Gabriela Pérez Campos, de 40 años, era una limonense, madre de cinco niños, que murió a manos de su pareja, el estadounidense Willard Merril Davison, de aproximadamente 55 años.

Pérez es otra de las víctimas de los femicidios en Costa Rica, y al igual que las demás mujeres asesinadas, era una persona de bien que confió en su pareja.

Leonela Pérez, hermana de Gabriela, tuvo que ver la cara del responsable de la muerte de ‘Gaby’ como le decían de cariño, en un juicio en el Tribunal Penal de Limón.

El debate terminó el lunes 22 de agosto anterior, cuando al norteamericano le impusieron una pena de 35 años de cárcel y le dictaron seis meses de prisión preventiva mientras la sentencia queda en firme.

“Ver la cara del hombre que mató a mi hermana no es fácil... No es fácil tener que verlo en un juicio de tres días; ya estaba estresada, todavía lo siento (refiriéndose al dolor)”, expresó Leonela.

Señaló que si hubiese sido por ella y sus demás familiares, lo dejan encerrado de por vida, porque saben del dolor que atravesó Gabriela durante aproximadamente dos años.

“Mi hermana conmigo siempre fue un amor. Después de que mi mamá murió, ella era como mi mamá, éramos tres mujeres y un varón, ella era la mayor”, detalló Leonela.

Sin embargo, ella notó los cambios en su hermana cuando comenzó a tener una amistad con el ‘gringo’ y luego cuando se fueron a vivir juntos.

“Hubo muchos cambios, ella siempre mantenía la casa muy bonita, pero él le hacía desastres. Yo le decía: ‘¿Por qué tienes la casa así?’ y ella me decía: ‘a él le gusta que la casa esté así’... Yo solo le respondía que ella estaba mal”, señaló.

También recordó que casi nunca podía salir de la casa, menos quedarse hablando con la familia o amistades, porque el sujeto la trataba mal.

“Cuando salía de la casa (Gabriela) de inmediato se devolvía... No sé si era que le tenía miedo. También cuando la visitaba ella no salía porque él no la dejaba, tampoco que llegara nadie a la casa, ni los propios hijos de ella”.

“Ella permanecía encerrada, tal vez estaba haciendo un calor inmenso y ella está encerrada, solo con las puertas cerradas pasaba”, señaló la hermana.

Comentó que la última vez que se vieron fue donde una prima, cuando compartieron una sopa de mariscos.

Gabriela siempre tenía el pelo largo, pero esa vez lo andaba corto, le dije: ‘Gaby, ¿por qué tiene el pelo tan corto? ¿qQé es que ese gringo le está cortando el pelo?’. Ella solo me decía: ‘No, Nela está loca, jamás’”, expresó.

Leonela vio muchos cambios, pero asegura que su hermana solo se alejaba, quizás para no preocupar a la familia.

“Él tenía una mirada que hasta daba miedo”, refiriéndose al gringo.

Violencia frente a los hijos

Leonela mencionó que la pareja discutía mucho, no obstante nunca se separaron.

“Nunca quiso buscar ayuda, ella amaba a ese hombre y le aguantó tanto”, dijo.

Incluso los dos hijos menores de Gabriela, una niña de 9 años y un adolescente de 14 años fueron testigos de la violencia que se vivía en la casa.

“Los hijos me decían que él la agarraba del pescuezo en frente de ellos, recuerdan esa imagen de discusión”, señaló.

Lo último que supo de Gabriela fue que el jueves 3 de junio del 2021 se fue a acampar con su pareja, incluso el hijo de 14 años los acompañó con un taxista pirata, pero no se quiso quedar con ellos.

“Habían ido en otras dos ocasiones a acampar, siempre iban a la misma zona de Moín”, comentó.

Dayana Tenorio, prima de Gabriela, también reconoció que su prima era muy alegre, pero con su nueva relación ‘amorosa’ se alejó poco a poco de la familia.

A los allegados les extrañó que ella no enviara mensajes los días después de que salió a acampar. Al domingo siguiente, el 6 de junio del 2021, la comenzaron a buscar y el hijo de ella reconoció el cuerpo de su mamá.

A Gabriela la dejaron a la orilla de la playa, al costado norte de la plaza de deportes del Cocal de Moín, maniatada, tapada con una colcha y le había puesto una tienda de campaña encima.

La familia le pide a todas las mujeres víctimas de violencia física y emocional huir de sus parejas a un lugar seguro, para que no sean víctimas de otro femicidio en Costa Rica.

Alejandra Morales

Alejandra Morales

Bachillerato en Periodismo en la Universidad Internacional de las Américas y licenciada en Comunicación de Mercadeo en la UAM. Con experiencia en temas de sucesos y judiciales.

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