La Fiscalía Adjunta contra el Narcotráfico y Delitos Conexos pidió 35 años de cárcel contra un hombre de apellidos Sánchez Ureña, alias Sukia, sospechoso de asesinar a Allison Bonilla Vásquez.
La solicitud la hizo Paula Aragón este lunes 16 de agosto en el Tribunal Penal de Cartago.
“Él la botó como si fuera un desecho, como si fuera basura y no le importó”, dijo la fiscal en sus conclusiones.
Según la fiscal, Sánchez “se aprovechó de que (la ofendida) era una mujer en un cuerpo de niña, que era un chiquita carismática, que tenía posibilidad de conversar con cualquiera, que era vulnerable”.
Sánchez habría aprovechado la cercanía de la mamá de él con la mamá de Allison para acercarse a la joven y convencerla que se montara al carro para llevarla a la casa; sin embargo, la llevó hasta una finca de café, a unos 140 metros de la entrada principal donde, aparentemente, la golpeó con fuerza.
“Imagínense el golpe que le tuvo que propinar para que se le quebraran los anteojos y se les cayera la argolla. Solo piensen en eso, ¿qué clase de golpe le dio para que la patilla de los anteojos cediera y se le saliera la argolla? Tuvo que ser un golpe muy fuerte, que definitivamente le impidió (a Allison) defenderse”, aseguró la fiscal.
Según la Fiscalía, el golpe le provocó una herida sangrante y la dejó inconsciente. De esa manera, se sospecha que el imputado la amarró de las manos y la metió en la cajuela del vehículo.
Luego Sukia habría tirado el cuerpo en un botadero clandestino en San Jerónimo de Cachí.
Estos hechos ocurrieron el 4 de marzo de 2020, cerca de las 8:47 p.m., cuando Bonilla de 19 años, caminaba rumbo a su casa, en Ujarrás, Paraíso de Cartago, luego de bajarse de un bus con ruta Cachí-Paraíso, por una zona solitaria; sus restos aparecieron el 26 de setiembre del 2020.
Por su parte, del defensor de Sukia pidió absolutoria por dudas en la investigación.
Los jueces darán a conocer su decisión este miércoles 18 de agosto, a las 8:30 a. m.