EscucharAriel Hernández Carrillo, de 28 años, siempre soñó con formar una familia, este sueño lo estaba alcanzando y aunque ya no podrá disfrutarlo es uno de los más preciados regalos que le dejó a sus seres queridos.
Ari, como le decían de cariño sus allegados, tenía tres meses de estar emocionado porque se convertiría en papá y hacía 22 días estaba viviendo con su novia, con quien compartía muchos proyectos por alcanzar, el principal ser buenos padres.
El joven murió en un accidente en la autopista General Cañas en sentido Alajuela - San José cuando se dirigía hacia Cartago, luego de su jornada laboral.
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Ariel trabajaba mediotiempo en Fundatec, entraba a las 5:30 p.m. y salía a las 9:30 p.m.
Un compañero de trabajo reconoció la moto y fue quien avisó a los familiares del terrible accidente que ocurrió la noche del del jueves 19 de setiembre anterior, a la altura de Ulloa de Heredia, así lo recordó Gerardo Hernández, hermano de Ariel.
“Ariel no solo era mi hermano, lo veía como un hijo, me enseñó a ser un papá porque desde pequeño siempre andaba conmigo para todo lado.
“El esposo de una prima trabajaba con él, el muchacho solo va una vez a la semana y también viajaba en moto, salieron juntos, pero él pasó a la farmacia a comprar una cosas y dice que mi hermano se adelantó, cuando llegó al accidente vio la moto de mi hermano tirada, él llamó a mi esposa y nos avisó”, recordó Gerardo.
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Gerardo afirma que pese al dolor de perder a un ser querido, lo llena de satisfacción saber que Ariel supo vivir sus 28 años, haciendo lo que le gustaba y dejando muestras de amor en donde estuviera.
“Ari fue una persona muy dada a los demás, me siento muy contento de recordar todo lo que viví con mi hermano; sin embargo, hay momentos en los que pienso que quisiera que él este conmigo recordando todo, él era un charlatán, buscaba que todos fueran felices”, expresó Gerardo.
El hermano detalló que Ari hizo de todo, pero lo que más amaba era practicar el atletismo, disciplina que siempre practicaba, además adoraba al Cartaginés, el equipo que llevaba hasta en su piel con un tatuaje.
“Los deportes siempre le fascinaron, fue skate, le gustaba patinar, le gustaba el fútbol, siempre decín: ‘si ncesitan un 10 me llaman’, pero su pasión fue el atletismo, primero incursionó en una carrera del Club Sport Cartaginés por el centenario y a partir de ahí estuvo muy de lleno”, dijo el hermano.
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Una de las últimas cosas que hizo Ariel antes de que ocurriera la fatalidad fue llamar a su mamá y también a su novia, quienes fueron de las últimas personas que conversaron con el muchacho.
“Mi mamá dice que la llamó por teléfono, también a la novia, ellos tenían 22 días de estar viviendo juntos y ella tiene tres meses de embarazo, teníamos una ilusión demasiado grande para saber el sexo y hacer la revelación, él estaba supercontento”.
“Nosotros somos cuatro, dos hombres y dos mujeres, mis hermanas y yo ya estamos casados, era el último que estaba con mis papás y tenemos un chiquito cada uno y él nos veía, deseaba tener su familia y hasta eso lo logró”, señaló Gerardo.
Sostuvo que su cuñada al igual que ellos está destruida por la perdida, pero tienen claro que ella siempre será parte de la familia y esperan que todo salga bien con la personita que se está formando en su vientre.
Afirman que pese a que el OIJ maneja la hipótesis de que Ariel venía esquivando carros, a ellos la Policía de Tránsito les enseñó en el parte que hubo un accidente de tres carros en el carril izquierdo, Ariel tuvo tiempo de esquivar el accidente, pero al lado iba un cabezal y, al parecer, el viento que generan las piñas el tráiler lo habría desestabilizado y provocado el mortal accidente.
Ariel fue sepultado en el cementerio General de Cartago.
