La forma en la que Ovidio Guzmán, hijo del narco Joaquín “Chapo” Guzmán, fue liberado por las autoridades mexicanas preocupa a el experto en seguridad Gerardo Castaing, quien asegura que esto es un peligroso mensaje para los narcos ticos.
Ratón Nuevo, como es conocido el narco de 29 años, fue detenido por la Policía Nacional el jueves en Cualiacán, Sinaloa, sin embargo, fue liberado poco después debido a que el cartel de Sinaloa convirtió la ciudad en un campo de guerra, donde los balazos iban y venían.
“Se decidió proteger la vida de las personas y yo estuve de acuerdo con eso. No se trata de masacres. Eso ya se terminó. No puede valer más la captura de un delincuente que la vida de las personas”, dijo el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador.
Para Gerardo Castaing, experto en seguridad, esta situación puede llegar a repercutir en Costa Rica, pues los narcos del país podrían ver esto como un ejemplo a seguir para doblarle el brazo a las autoridades y conseguir lo que quieran.
“El problema es que con la globalización en estos casos las repercusiones se conocen casi que de inmediato y pueden generar patrones de comportamiento colectivo criminal de distintas bandas para tener zonas blindadas contra la policía”, indicó.
Según experto, los narcos ticos podrían seguir los pasos del cartel y “blindar” zonas donde ellos sean la máxima autoridad, e incluso, contar con el apoyo de los habitantes, para así tener más poder que los cuerpos policiales.
“En Costa Rica ya hay zonas donde la Policía no puede entrar fácilmente a menos que hayan operativos bastante complejos, pero aún no se ha llegado a ese nivel”, contó.
Circunstancias diferentes
Aunque los narcos podrían agarrar bolados sobre lo sucedido con la liberación del Chapito, Castaing aseguró que es muy complicado que una situación como esta ocurra en nuestro país en un futuro cercano.
“La diferencia entre esos lugares de México como Sinaloa y Costa Rica es que el narco allá ya reina, es el protagonista y la máxima autoridad. La Policía Nacional o el ejercito tienen una presencia casi que simbólica”, dijo.
“En Costa Rica las circunstancias aún no son propicias, pues la Policía aún tiene mucha reacción y el narco todavía no se ha introducido tanto en la sociedad civil”, continuó.
Sin embargo, fue claro al decir que las autoridades nacionales no se pueden dormir en los laureles, por lo que no deben permitir que los narcos empiecen a blindar territorios.
Decisión correcta
En cuanto a la liberación de Guzmán, Castaing dijo que desde su punto de vista las autoridades mexicanas tomaron la decisión más sana, y prácticamente la única que tenían.
“Si eso hubiera sucedido en Costa Rica habría estado mal hecho, pero allá fue una buena decisión, porque la Policía y la sociedad civil están en total desventaja, entonces vale más la vida de cientos de mexicanos que la de un sujeto que bien pueden detenerlo después”, finalizó.