Rándall Salazar, el papá de Luany Salazar Zamora, explica que ha pasado los días más tristes de su vida.

La muchacha de 23 años, como recordamos, fue asesinada de siete puñaladas y enterrada en el patio de una casa vecina, en Linda Vista de Río Azul, en La Unión.

“Estoy muerto en vida, es un dolor indescriptible, pero tengo sacar fuerzas y seguir adelante”, dijo Rándall, quien vive en Estados Unidos desde hace 16 años.

Comentó que la esposa le quitó el celular y la tableta desde que encontraron el cuerpo de su hija. Lo hizo por la salud mental de él, quien no quiere estar viendo mensajes negativos por la pérdida de su única hija.

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“Le dije a mi esposa que me haga una limpieza en el Facebook porque me pusieron fotos de la detención (del sospechoso), de la cara del tipo y del funeral. A mi hija la quiero recordar como la última vez que hablamos en videollamada, como nos veíamos a diario, como el último día que hablamos, que fue cuando desapareció”.

“Luany no solo era mi hija, era mi amiga, mi confidente, más allá de la relación de padre e hija teníamos confianza a pesar de la distancia”, contó don Rándall.

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Guarda ilusión de que encuentren a Allison

Don Rándall dice que le encantaría saber que Allison Bonilla Vásquez, la muchacha de 18 años que desapareció desde el 4 de marzo en Paraíso de Cartago, aparece sana y salva.

“Voy a tratar de contactar a la mamá de Allison, pero voy a esperar que pasen algunos días porque la depresión me está matando. Hoy (este lunes) me levanté bien positivo, vi el día muy bonito, quería cortar el zacate o ponerme a hacer algo, pero vi una foto que puso una tía de Luany y eso me volvió a derrumbar”, dijo.

Don Rándall cuenta que vio en redes sociales una canción que le escribieron a su hija y agradeció el gesto con su muchacha, quien tenía entre sus planes reunirse con él al cabo de 16 años de no verse en persona.

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“Les agradezco a todas las mujeres que se solidarizaron y que sin conocernos pidieron por mi hija y por nosotros, su familia. También hubo muchas personas sin escrúpulos que trataron de aprovecharse de la situación pidiendo plata y diciendo que a nuestra hija la vieron en uno u otro lugar, lamentablemente eso pasa en muchos lugares, no solo en Costa Rica”, mencionó.

Concluyó diciendo que espera que haya justicia por el asesinato de su hija.

Luany desapareció el 10 de junio y fue hallada por su hermano el lunes 15 de junio en el patio de una casa vecina.

Un hombre de apellidos Mejía Araya fue detenido como sospechoso y le metieron seis meses de prisión preventiva. Ese hombre, al parecer, estaba obsesionado con la muchacha.