Sosteniendo una cruz de madera, un rosario o tomados de las manos, así fue como Gabriela Valverde y Mario Calzada enfrentaron el juicio por el brutal homicidio de su hijo Marco Calzada Valverde.

Durante varias audiencias, a ambos se les salían las lágrimas al ver y escuchar todo lo que sufrió el hijo mayor de ellos durante sus últimos minutos de vida; en momentos cerraban sus ojos, quizás estaban rezando.

Estos padres escucharon el veredicto que dieron los jueces Laura Sánchez, Isabel Porras y José Rafael Bolandi en la que le impusieron 24 años por el homicidio y 7 años por el robo agravado, para un total de 31 años para cada uno de los hermanos José Daniel y Justin Rojas López, de 22 años y 20 años.

La pena quedó readecuada a 24 años en la cárcel porque así lo establecen las reglas de penalidad del Concurso ideal del Código Penal, esto quiere decir que se aplica la pena para el delito más grave.

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Con esta sentencia, la familia Calzada Valverde dijo no sentirse victoriosa, solo agradecían por las oraciones y el acompañamiento que han sentido.

“No podemos sentirnos victoriosos porque desde el 2 de julio del año pasado falta un abrazo y un beso en nuestro hogar cuando hay días que se suponen son de celebración, como lo son el Día de la Madre, el Día del Padre, Navidad, Año Nuevo, nuestros cumpleaños y los de nuestras dos hijas.

“Damos infinitas gracias a Dios y a todos los que nos han acompañado con palabras de apoyo y oraciones. Esa fuerza es la que nos ha permitido afrontar con resiliencia a esta prueba, de la cual saldremos fortalecidos y con más fe.

“Por hoy pasamos la página, pero el libro seguirá abierto porque la historia que Marco estaba escribiendo quedó como un capítulo sin terminar”, manifestaron estos padres por medio de un comunicado.

Integrantes de una pandilla

Los jueces del Tribunal Penal de San José confirmaron la teoría del abogado de la familia Calzada, José Luis Campos: los cinco atacantes eran parte de una pandilla.

“Ustedes efectivamente tenían una participación del grupo de pandilla como lo señaló la parte querellante y esto se puede determinar a partir del momento que son captados, que es en las inmediaciones del circuito judicial.

“Tiene claro el Tribunal que ustedes andaban buscando una víctima, lo cierto es que lamentablemente en ese momento fue Marco Calzada la persona que ustedes seleccionaron”, explicó la jueza Laura Sánchez luego de imponer la pena.

La jueza, junto a los cojueces Isabel Porras y José Rafael Bolandi, analizaron todos los elementos del juicio.

“Los hechos que fueron acusados tanto por el Ministerio Público y por la parte querellante quedaron debidamente acreditados, pese al esfuerzo que realizaron sus abogadas defensoras de venir a desacreditar el acusatorio respectivo, lo cierto es que la prueba fue más que suficiente.

“El Tribunal hizo una valoración de los videos que fueron proyectados en este contradictorio y pudo establecer cuál fue la participación de cada uno de ustedes”, sostuvo la jueza.

Agregó que también analizaron cada uno de los testimonios y entre ellos lo que dijeron Mario Calzada y Gabriela Valverde, papás de Marco.

“Ellos no fueron testigos presenciales de estos hechos, pero sí aportaron algunos elementos que fueron analizados con el resto de la prueba que fue analizada, explicaron cómo, cuándo y dónde se enteraron de este evento acusado, cómo logran ubicar el celular de su hijo en manos de una persona ajena a este, propiamente de un taxista (Esteban Ureña, lo recibió como manera de pago), que le prestó el servicio a uno de los menores que fueron los ejecutores del homicidio y robo”, señaló.

Vulnerable

Para los jueces Laura Sánchez, Isabel Porras y José Rafael Bolandi, la pandilla que atacó a Marco se aprovechó de la vulnerabilidad en la que iba Marco, pues había tomado algunas cervezas junto a sus amigos al celebrar su cumpleaños, que fue días anteriores.

“Se habían dado cuenta que Marco estaba en una posición de vulnerabilidad, porque fácilmente se detectaba.

“El mismo imputado (José Daniel Rojas López) en el momento de rendir su declaración hace referencia que (Marco) se encontraba en estado de ebriedad, hay un dictamen médico legal donde se establece que tenía 2.8 de alcohol en sangre, que fácilmente podía detectarse, era una víctima vulnerable, fácil de ser abordada y desapoderada de sus bienes”, señaló la jueza Laura Sánchez.

Por este homicidio hay otros tres menores de edad ya condenados desde el 2022.