Papás de Marco Calzada: “Nos quedamos con su última mirada, que fue una mirada de misericordia”

Una vez más Mario Calzada y Gabriela Valverde, los papás de Marco Calzada, el joven asesinado frente al barrio Chino de San José, demostraron el amor y la paz que ha puesto Dios en sus corazones ante la difícil situación que atraviesan.

En esta ocasión lo hicieron por medio de una carta que le enviaron al presidente Rodrigo Chaves como respuesta a la que él les envió el pasado lunes para darles su más sentido pésame por la tragedia que ocurrió con su hijo la noche del sábado 2 de julio.

—  "Hagamos una revolución del amor, que la paz corra como un río desbordante por cada rincón de nuestro bello país, volvamos a ser la nación de la paz", escribieron los papás de Marco.

En la carta, que fue leída por Chaves a solicitud de los padres, revelaron que este martes observaron el video del ataque a Marco, y en lugar cargar contra los responsables dieron un conmovedor mensaje.

“Ayer (martes) pudimos ver las imágenes del terrible asesinato de nuestro hijo, él recibió su martirio desde la fortaleza y la mansedumbre”.

“Aun con nuestro corazón desgarrado nos quedamos con su última mirada, que fue una mirada de misericordia y eso queremos que sea un mensaje para el mundo”, escribieron los padres en la carta.

Los papás de Marco también agradecieron todas las muestras de apoyo, amor y cariño que han recibido en los últimos días por parte de todo el pueblo de Costa Rica, además dijeron que durante esta difícil prueba se reafirmo el propósito de vida que siempre han tenido.

“Nos gustaría pedirle (al presidente) que nos ayudase para que la muerte de Marco sirva para dar luz a nuestro pueblo costarricense. El amor a nuestra patria y más allá al mundo entero nos llama a reforzar el mensaje que muy espontáneamente el Espíritu Santo nos inspiró en el funeral de nuestro hijo: La respuesta a la raíz de la violencia es el amor y el servicio a las personas que nacen y viven en condiciones de vulnerabilidad”.

El presidente Chaves dijo que la primera vez que leyó la carta se le salieron las lágrimas, “y sí, yo también tengo lágrimas”, añadió.