¿Qué pasó con?: Bebita alivió el dolor causado por el ataque de un perro

Saray Durán tenía 17 años cuando fue atacada por un perro mientras iba camino a la casa de su abuelita en la zona de Los Santos. Así lo dieron a conocer los medios de comunicación en julio del 2015.

La joven pasó de hospital en hospital durante mes y medio, incluso, estuvo a punto de perder el pie izquierdo porque la atacó una bacteria que le comía la carne.

Pero, ¿qué pasó después con Saray?

La valiente muchacha salió adelante después del ataque del perro y un milagro permitió que los médicos le salvaran el pie y volviera a caminar.

“Todo el proceso de recuperación fue duro para mí, las curaciones y los injertos que me hicieron fueron muy muy dolorosos, yo sentía como frío en el hueso y eso era terrible. El doctor que me atendía le dijo a mi mamá que estuve a un centímetro de perder el pie.

“Después de que salí del hospital estuve en silla de ruedas por más de una semana y prácticamente tuve que aprender a usar el pie izquierdo de nuevo porque me quedó inmóvil”, relató la valiente.

Cinco meses después del terrible suceso, Saray se dio cuenta de que estaba embarazada y esa fue la mejor medicina que pudo recibir.

“Mi hija Nahomy cambió mi vida, desde el momento en que supe que venía de camino ella se convirtió en mi inspiración para todo, por ella es que he logrado superar los obstáculos que he tenido”, aseguró la joven mamá.

Actualmente Saray tiene 20 años y la bebita un año y tres meses. Durán no ha podido terminar el cole, pero ella sueña con conseguirlo y ser una profesional.

“Estoy estudiando en el colegio nocturno y espero terminar pronto. Me encantaría poder estudiar para ser abogada porque me gustan mucho las leyes. También quiero aprender pastelería o algo así porque me gusta mucho hacer postres y queques”, contó.

Trauma la persigue

Saray reconoce que le ha costado mucho olvidar el momento en que el perro la atacó. El animal era un cruce entre pitbull y american stafford.

“Durante mucho tiempo, cada vez que veía a un perro parecido al que me atacó, el corazón se me aceleraba y hasta me ponía a llorar. También pasó un tiempo en el que no pude dormir bien porque me soñaba que el animal ese me atacaba de nuevo.

“Ahora he ido dejando eso atrás, pero todavía cuando veo un perro me da cierta cosa y trato de evitarlo. Si veo algún video de un ataque, como el mío, me empiezo a soñar cosas feas otra vez”, relató.

Cuando se dio el ataque, Saray vivía en Pérez Zeledón, pero ahora reside en la Zona de Los Santos, muy cerca de donde ocurrió el suceso.

“A veces me toca pasar por ese lugar y revivo el ataque, pero sigo adelante. Ya el perro no está porque hace como un año atacó al esposo de la dueña y Senasa le dijo a la señora que lo mejor era que durmiera el animal porque no podía seguir atacando a las personas”, contó.

La valiente joven dice que, aunque pasó momentos muy duros, ahora la vida le sonríe y por eso está muy agradecida con Dios.

“Ahora estoy enfocada en mi hija y en el papá de ella, yo amo a mi familia y trato de dejar atrás todo lo malo que me pasó. Tengo que aprovechar esta nueva oportunidad que la vida me dio”, aseguró.