La costumbre de don Rolando Guevara de guardar su celular dentro de una bolsita plástica antes de salir a pescar fue lo que marcó la diferencia para que él, su sobrino y un amigo fueran rescatados luego de pasar tres horas flotando mar adentro.

Guevara, de 63 años, vivió este sustazo cuando unas olas volcaron la lancha en la que viajaba junto a su sobrino Alfredo Ruh, de 33 años; y su amigo Roberto Rojas, de 49, quien es el capitán de la embarcación.

El accidente ocurrió este sábado a eso de la 1 p. m., cerca de Cabo Matapalo en la península de Osa, en la entrada al Golfo Dulce y los náufragos fueron rescatados por guardacostas pasadas las 4 p. m.

Ya más tranquilo en su casita en Puerto Jiménez de Osa, don Rolando nos contó cómo fue que ocurrió todo. Según el señor su sobrino llegó de visita (vive en Santa Ana) y por eso planearon salir a pescar ese día a las 6 a. m.

Mar traicionero

Guevara, quien tiene más de 6 años de pescar por diversión, dijo que todo transcurrió con normalidad, pero cuando decidieron regresar a la costa notaron que el mar se estaba poniendo muy chúcaro.

“Yo acaté a ponerme el salvavidas y mi sobrino también, pero al capitán no le dio tiempo y en eso una ola nos golpeó por detrás y otra por un lado, nos hizo como un tornillo y la lancha se volcó”, recordó.

Don Rolando dijo que apenas cayó al agua lo primero que hizo fue usar una cuchilla que andaba para cortar las amarras del chaleco salvavidas que faltaba para ponérselo a Rojas.

“Despegamos el tanque de gasolina de la panga y lo amarramos a una boya que llevábamos para poder mantenernos a flote”, añadió.

Celu salvador

Según cálculos de Guevara, durante dos horas la marea los movió cerca de 16 kilómetros del lugar donde se volcaron y aunque estaban calmados si sentían miedo por lo que podría pasarles.

“Si nos pasó por la mente que tendríamos que pasar toda la noche ahí, el problema era el frío que iba a hacer y que alguno no resistiera”.

En ese momento don Rolando recordó que su celular podría salvarles la tanda, pues el de su sobrino y el de Rojas se dañaron al caer al agua.

“Siempre que salgo de pesca ando el celular en una bolsa plástica dentro en mi chaleco de pesca, pero no tuve señal hasta que la marea nos corrió lo suficiente para llamar al 911. Con ayuda de Google Maps les dije la ubicación”, contó.

Guevara también le mandó un mensaje de voz a su esposa, Yendry Lezcano, quien fue hasta el puesto de guardacostas a pedir ayuda.

Finalmente los tres náufragos fueron rescatados y llevados por los guardacostas hasta Puerto Jiménez, afortunadamente ninguno tuvo que ser trasladado a un centro médico.

Sin miedo

Don Rolando contó que esta es la primera vez que vive una experiencia así de gacha en el mar, sin embargo, fue claro al decir que esto no va a impedir que el vuelva a navegar.

“A mí no me da miedo, claro que volvería a pescar, porque fue un accidente. Es como cuando sucede un accidente carretera y uno queda con un trauma, pero ya con el tiempo hay que volver a manejar”.

“Si mañana me dicen ‘vamos a pescar’, yo voy sin pensarlo”, finalizó.