Sucesos

Supuesta víctima de polacos: “Siempre pienso que la policía va a llegar a sacarme de mi casa”

Abogado y comerciante acusados de robar propiedades por medio de estafas con venta de electrodomésticos y préstamos

EscucharEscuchar

Martha Eugenia Mora le aseguró a los jueces del Tribunal de Goicoechea ser una de las víctimas de dos hombres acusados de prestar plata y vender tipo polaco para luego adueñarse de las casas de sus clientes.

Ella lloró en el debate y dijo estar viviendo una de las peores situaciones de su vida, porque desde hace unos años su casa aparece a nombre de uno de los acusados de apellidos Arana García.

“Siempre pienso que la Policía va a llegar a sacarme de mi casa”, indicó.

Esta mujer, vecina de Purral de Goicoechea, conoció a Arana García porque le hizo un préstamo de ¢500 mil.

“En el 2011, una de mis hermanas me dijo que un señor de nombre Arana estaba prestando plata y yo le dije, ‘dígale que me preste’, él dijo que estaba bien. En la casa de mi hermana, en Los Guido de Desamparados, nos leyó un documento en el que decía que teníamos que pagar cincuenta mil colones por mes y al final terminaríamos pagando un millón ciento catorce mil”

“Acepté la deuda, lo hice a escondidas de mi familia, en ese tiempo mi esposo no estaba en casa y necesitaba el dinero”, le dijo la mujer a los jueces Erika Calvo Navas, Jorge Tabash Forbes y Sergio Quesada Carranza.

Mora no contuvo las lágrimas y detalló que por esta deuda permaneció en cama seis meses, debido al estrés de que no le alcanzaba la plata para pagar.

“Yo estaba muy mal y mi hija pensó que estaba embarazada, le dije que ojalá fuera un embarazo, le pedí que por favor no me regañara y le conté sobre la deuda, entonces, ella me dijo que por qué no le había dicho nada. Luego llamó a Arana y él le dijo que le teníamos que pagar ochenta mil por mes, además de un millón por la mora”, indicó.

Rifas no fueron suficiente

Sostuvo que para cancelar la deuda tuvo que hacer rifas, además de agarrar la plata que le daban sus hijos para ajustar.

“A mis hijos les daba de almuerzo arroz, frijoles y una tajada de mortadela, ellos me reclamaban que por qué solo eso, pero yo sabía que debía pagar esa deuda”, señaló.

La mujer dijo que cuando terminó de pagar se sintió tranquila, pero luego se dio cuenta que tenía la casa hipotecada a nombre de Arana (comerciante acusado).

“Yo le pagué hasta tres veces lo que me prestó, después de esto lo demandé por ser tan atrevido, no le bastó solo hipotecar, sino también que me tiró la casa a remate, no me la han quitado porque no llegó ningún comprador”, mencionó.

La casa en la que vive está a nombre de Arana, tiene muchas goteras por lo que anda poniendo ollas por todo lado porque no le puede hacer arreglos porque en cualquier momento la pueden llegar a sacar.

Arana y el abogado, de apellidos Chacón Bolaños, son acusados de estafa, uso de documento falso y falsedad ideológica (inclusión de datos falsos en documentos públicos), ellos enfrentan el juicio desde el lunes anterior y se espera que este concluya a mediados de diciembre.

Según la acusación, los sospechosos prestaban plata o vendían electrodomésticos, si la persona se atrasaba hipotecaban la propiedad de sus clientes.

Los jueces escucharán a 121 testigos, que, en apariencia, también fueron perjudicados por los hombres. Al parecer, los delitos los cometieron a personas humildes, de baja escolaridad y que tenían propiedades a sus nombres.

A la sala de juicio han llegado personas de Puntarenas que aseguran también ser víctimas de hechos similares; sin embargo, sus casos no están en el expediente, trascendió que el caso lo está llevando la Fiscalía de Fraudes del Primer circuito judicial.

Alejandra Morales

Alejandra Morales

Bachillerato en Periodismo en la Universidad Internacional de las Américas y licenciada en Comunicación de Mercadeo en la UAM. Con experiencia en temas de sucesos y judiciales.

En beneficio de la transparencia y para evitar distorsiones del debate público por medios informáticos o aprovechando el anonimato, la sección de comentarios está reservada para nuestros suscriptores para comentar sobre el contenido de los artículos, no sobre los autores. El nombre completo y número de cédula del suscriptor aparecerá automáticamente con el comentario.