En los últimos días en las redes sociales y distintos grupos de WhatsApp van y vienen videos de personas enojadas que agarran a supuestos delincuentes a golpes tras sorprenderlos cometiendo distintos delitos, sin embargo, un tunda de esas se podría volver en su contra.
En La Teja no vamos a compartir dichos videos por el grado de violencia que contienen.
Uno de ellos se dio, aparentemente, en la León XIII, en Tibás, cuando los vecinos sorprendieron a varias personas haciendo daños en la comunidad.
En el video se ve al menos a dos hombres con garrotes golpeando a una mujer. Ella le súplica a uno de ellos que no le pegue más, sin embargo, después el otro hombre se le une y entre los dos le pegan cada uno con un palo en las piernas.
“Dele aire usted y su hermana”, le dicen a la mujer.
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En otro de los videos que circuló ocurrió, aparentemente, en Parrita, después de que encontraron a un hombre robando. Uno de los hombres lo sostiene y otro lo agarra a patadas en la cara.
En el video alguien dice: “ya viene la Policía”.
Peligro
Según el abogado Francisco Herrera, esos videos pueden ser tomados como evidencia y los agresores se podrían meter en un tortón.
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“Siempre les digo, a una persona que agarran robando a cualquiera le gustaría darle una garroteada, pero eso no es lo correcto, menos si es un grupo de gente, porque eso puede terminar en homicidio, ya ha pasado, si a una persona la matan o la lesionan, pese a las circunstancias, tiene que ser responsables de lesiones graves o hasta de homicidio simple o calificado; lo correcto es sostener a la persona y esperar que llegue la Policía y se la lleven para que la pasen a los tribunales y así se le acuse por el delito que cometió, pero jamás se le debe golpear, aun siendo un ladrón”, dijo el abogado.
Herrera aseguró que esto se está volviendo una práctica grave en el país y que queda en evidencia en las redes sociales.
“Hay que pensar en los resultados y las consecuencias que pueden tener las personas que eran víctimas al atacar a una persona sospechosa de robarle y mejor evitarse un problema legal que lo puede enviar a la cárcel”, dijo Herrera.
El licenciado reconoce que en un momento de cólera la gente no sabe cómo va a actúar, por eso es mejor que respire y piense que el Código Penal establece penas de uno a seis años de cárcel por lesiones graves, mientras que las penas por homicidio van desde 12 a los 35 años.
“Si usted agarró a la persona, deje que la justicia se encargue y se aplique la ley”, dijo el abogado.