Sucesos

(Video) Ni un balazo pudo terminar esta historia de amor

Pulpero recibió un balazo en la cabeza hace cuatro años durante un intento de asalto

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(Video) Así ocurrió el asalto hace casi cuatro años

Giovanni Gustavino Rodríguez y su esposa, Itzel Wilson, pasarán juntos este Día de los Enamorados y agradecen al cielo que una bala no pudo acabar con su historia de amor.

Esta pareja tiene 10 años de casada y tres hijos: Jilvanny, Salomón e Isaac. Itzel y Giovanni aseguran que su amor es cada día más fuerte y cuentan que solo juntos han logrado salir adelante y progresar.

La pesadilla para la familia empezó así. El 12 de marzo del 2014, Giovanni se encontraba en su pulpería (ahora abastecedor) “The blessing” (La bendición), en el barrio Las Cascadas, en Pococí, junto a su pequeña hija Jilvanny, quien tenía seis años.

Un hombre entró al local con la idea de asaltar y todo lo que ocurrió quedó registrado en las cámaras de la pulpe.

"Yo estaba a punto de cerrar, mi hija me acompañaba y estábamos en una silla mecedora, de pronto entró un hombre con ropa oscura y andaba un suéter con gorro que le tapaba la cabeza. Sentí un fuego en todo el cuerpo, cuando entró le dije a mi hija 'mi amor, vaya afuera a traer el juguete que dejó botado'. En eso el sujeto se vino para la caja y dijo: '¡es un asalto, deme todo!'".

El comerciante lo que hizo primero fue protegerse detrás de las urnas, que estaban llenas de productos.

"Cuando vi que me iba a atacar le dije a mi hija 'vaya para adentro' y ella corrió hacía la casa. El hombre me agarró a balazos y yo me protegí con un banco, que le tiré después a las costillas y el mae cayó al piso. Estando en el piso me mandó el balazo a la cabeza", detalla. Lo pegó y se fue.

En medio del dolor tan fuerte que sentía, el pulpero solo pensaba si alguna bala había alcanzado a su hija.

”Corrí al fondo del local y me quedé quieto, en shock. Cuando sentí fue que me salía mucha sangre de la cabeza. Yo solo pensaba en que no tenía que morir, ¿qué iba pasar con mis hijos y mi familia?, yo creía que tenía la bala en la cabeza porque el dolor era insoportable".

A Giovanni lo llevaron al Hospital de Guápiles lo más rápido posible porque iba grave.

"Cuando me llevaron a rayos equis tenía varios médicos al lado mío, luego del resultado se me acercaron y me dijeron 'señor, usted es un milagro de Dios, se salvó, la bala le entró por la frente y le salió por la parte arriba del cráneo. Era tan fuerte el dolor de cabeza que ese día no pude dormir, solo pensaba en dar gracias a Dios de estar con vida".

Cuando fue informada del asalto, la Policía montó un operativo bien bravo para tratar de dar con el asaltante, al que agarraron a unos cuantos metros de la pulpería. Era un hombre de apellido Castro.

"Al día siguiente de la balacera me llevaron al OIJ para un reconocimiento. Pusieron a cuatro hombres y (el que lo había atacado) era el segundo, tenía un tatuaje en la pierna, apenas lo vi supe que era él. Después lo condenaron por lo que me hizo porque aceptó los cargos", dijo Giovanni.

A Castro le metieron 22 años de cárcel.

El comerciante estuvo casi una semana en el hospital al cuidado de las enfermeras y de su esposa, quien siempre estuvo pendiente de él y lo chineó muchísimo.

Aunque el asalto fue un susto de los grandes para todos, dejó algo positivo.

"Nos hizo más fuertes como familia, aprendimos a no darnos por vencidos, estamos mejor. Al tiempito de que nos pasó esto tan feo recibimos la bendición de tener un local nuevo y mejor, la gente nos apoya más y son nuestra razón de trabajar duro. Yo volví a nacer aquel día, en muchos comercios aquí la gente está superencerrada, pero nosotros no, sí tenemos más seguridad, cámaras y cerramos un poco más temprano, pero nos sentimos más libres", detalla el comerciante.

Giovanni piensa que muchos jóvenes andan robando, asaltando y matando para conseguir dinero porque las autoridades los tratan con mucha suavidad.

Itzel dice que cuando ella se pone a pensar en la gravedad de lo que pasó no puede dejar de dar gracias a Dios porque tiene a Giovanni a su lado e Isaac nació bien a pesar de las congojas que ella pasó.

"Fue muy terrible para mí, la gente me daba a tomar de todo para no perder mi bebé. Cuando Giovanni me vio me dijo: 'no me muero hasta que termine el propósito de Dios, no me muero, pero le salía mucha sangre de la cabeza'", dijo Itzel.

Asegura que tanto en aquel momento como después, los vecinos estuvieron apoyándolos.

"Mi esposo y yo no nos equivocamos cuando abrimos el negocio hace diez años y le pusimos The Blessing, que significa La bendición. Ahora tenemos una familia llena de amor y estamos juntos", dijo Itzel.

Giovanni ahora también se gana la vida como peluquero en un espacio de la pulpe.

Él su esposa y sus tres hijos pasarán este Día del Amor y la Amistad juntos, que es para ellos lo más importante.

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