Una mujer de apellido Montero sobornó a un oficial de tránsito con 70 mil colones para que no le quitara las placas del carro, sin saber que la estaban grabando.
La mujer fue detenida por dos oficiales de la Policía Municipal de Escazú, quienes no solo le quitaron las placas, sino que también la detuvieron.
El hecho ocurrió este domingo 3 de mayo en San Rafael de Escazú, cuando los oficiales realizaban un operativo en carretera por la restricción vehicular sanitaria.
Según las autoridades, Montero, quien iba acompañada por dos personas, manejaba un carro sin tener licencia.
Con las manos en la masa
Al ver que se iba a quedar sin placas, la mujer intentó cometer la fechoría, la cual quedó grabada por la “BodyCam”, que uno de los oficiales llevaba pegada en su chaleco.
“Si yo le doy a usted setenta mil colones, cien mil colones, por lo menos para que no me quite las placas, que lleguemos a un acuerdo es lo que le quiero decir”, dice la mujer.
En ese momento el policía la enjacha y le dice que ella no puede estar incentivando a un funcionario para que cometa un delito como ese, a lo que Montero le respondió: “Ni que estuviera robando”.
Finalmente los oficiales esposaron a la mujer y la subieron a una “perrera”, para ponerla a las órdenes del Ministerio Público.
Trascendió que a la mujer se le hizo una multa por ¢110 mil, además será investigada por el delito de penalidad del corruptor (soborno), el cual es sancionado con seis meses o hasta dos años de cárcel.
No es normal
Freddy Guillén, jefe de la Policía Municipal de Escazú, explicó que está clase de situaciones no son muy comunes en el cantón.
“En realidad no es normal que traten de sobornar a los oficiales, de lo que tengo de estar aquí es la primera vez que se presenta algo así.
“Lo que sí es común con esto de la restricción sanitaria es el montón de de pretextos que pone la gente, como que se les olvidó, que no sabían que existía o que trataron de llegar a la casa y no les dio tiempo”, explicó Guillén.
Gran respaldo
Guillén destacó la importancia de que todos sus oficiales cuenten con cámaras añadidas a su chaleco, pues esto les permite tener un respaldo sobre todas las acciones que hagan.
“La importancia de la tecnología es respaldar la atención de los oficiales, no solamente en actuaciones a terceros, sino que también en el mismo comportamiento de los oficiales al realizar un abordaje, para así evitar abusos de autoridad”.
Guillén destacó que estas cámaras también ayudan a proteger a sus uniformados, pues ahora mucha gente graba con sus celulares solo lo que les conviene, pero ellos siempre tendrán la otra parte de la historia.