Un vivazo de apellido Rivera trató de meter siete celulares a la cárcel La Reforma, en San Rafael de Alajuela, escondidos en un tanque de oxígeno.
El hecho fue dado a conocer este domingo por el departamento de prensa del Ministerio de Justicia.
Las autoridades informaron que el sujeto llegó al centro penitenciario en una silla de ruedas con la intención de visitar a un privado de libertad.
Él le dijo a los policías penitenciarios que necesitaba que los dejaran entrar con el tanque de oxígeno que llevaba, porque de lo contrario no podía respirar bien.
Cuando los uniformados le pidieron al hombre que pasara por el escáner, vieron que el tanque tenía una especie de doble forro y lo revisaron. En total sacaron siete celulares del insólito escondite.
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Gran ingenio
Pero esta no es la primera vez que una persona usa una condición médica especial para intentar meter celus a ese centro penitenciario.
El sábado 22 de junio, un sujeto quiso ingresar cinco celulares a la cárcel La Reforma escondidos en los apoyabrazos de una silla de ruedas, ahí mismo llevaba los cargadores y los manos libres de los dispositivos.
Ese mismo día los policías penitenciarios de la prisión manuda habían detectado a otro hombre que también se quiso pasar de listo, él trató de meter a la prisión ocho celulares con sus respectivos cargadores y manos libres escondidos dentro de un yeso que llevaba en una pierna.
Pese a que ingresar este tipo de aparatos a una cárcel es prohibido, las personas que son detenidas intentando hacerlo, luego son puestas en libertad, ya que la acción no está tipificada como delito.
Lo más que pueden hacer las autoridades penitenciarias es prohibirles la entrada a las prisiones por un periodo máximo de seis meses.