Promo La Teja: Suerte de cumpleañera

Doña Leticia Núñez estaba este domingo recordando que hace exactamente cuatro años, el 21 de enero del 2014, se había ganado tres tejitas con la promo de La Teja y que ese día pasó un cumple superfeliz.

Después de ese hermoso recuerdo terminó de leer el periódico, cerró los ojos y añoró que la suerte la volviera a visitar y esta la escuchó.

Horas después, cuando la familia le estaba celebrando el cumple y se comían un quequito, sonó el teléfono. Ella no podía creerlo, ya que había vuelto a ganar, pero ahora en el día de su cumpleaños 58, pero esta vez el premio estaba cargado con ¢500 mil.

Los nietos gritaron de la alegría, los hijos aplaudieron y a doña Leticia emocionada, no sabía ni qué hacer.

Núñez ganó ¢250.000 para adquirir productos en Ópticas Visión y el mismo monto en una tarjeta de regalo cortesía de La Teja. “Jamás he recibido un regalo de cumpleaños de ¢500.000”; dijo la suertuda toda emocionada.

“Fue una gran sorpresa cuando me llamaron en la tarde. Vieras los gritos que pegaban mis nietos. Yo no grité, porque estaba emocionada y me temblaba el cuerpo”, expresó la señora, quien es vecina de Pavas.

Dijo que el premio de la tarjeta probablemente lo utilice en la compra de un juego de comedor que le hace falta y que la platica de Óptica Visión la compartirá con unos nieticos que necesitan anteojos.

Doña Leticia le agradeció a La Teja por darle la oportunidad de ganar, pero también por tener secciones que la informan y la entretienen. Por ejemplo, nunca deja de leer el horóscopo, para ver cómo le va a ir en la vida.

“Veo el número de la suerte, los números de la lotería para saber cuál salió y las noticias que es lo más importante para mantenerme informada”.

Núñez dijo que su pareja, Óscar Francis, es quien compra el periódico todos los días, cuando va a traer el pan a las seis de la mañana y que parte del secreto para tener suerte es activar varios códigos a la vez. El domingo pasado activó dos, pero hay días que se manda hasta con cuatro.

La señora es ama de casa y aunque años atrás trabajó mucho, ahora dejó de hacerlo porque padece de diabetes, presión alta y otras cosas. “Vivo de una pensión de un hijo mío, que falleció en un accidente de moto”.