La triste espera de la familia del kayakista y guía turístico Pablo Rodríguez López, de 32 años, terminó luego de que unos pescadores hallaran su cuerpo flotando en el mar Caribe, y la dura premonición de su papá Aquiles Rodríguez se cumplió.

“Yo sé que él no estará más con nosotros, pero quisiera al menos recuperar el cuerpo”, dijo el resignado papá desde el pasado domingo.

La Cruz Roja informó que el cadáver estaba aproximadamente a kilómetro y medio de la laguna Gandoca, en Manzanillo, Talamanca, zona en la que había desaparecido desde el viernes pasado.

Jim Batres, subdirector de Gestión de Riesgo de la Cruz Roja, dijo que el hallazgo se dio este martes a eso de las 7 de la mañana, en el cuarto día de búsqueda.

Unos pescadores vieron que algo flotaba y al comprobar que se trataba de una persona llamaron a la policía.

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Los oficiales del Servicio Nacional de Guardacostas (SNG) recuperaron los restos y los llevaron a Puerto Viejo de Talamanca para que los familiares lo reconocieran.

Luego los agentes del Organismo de Investigación Judicial (OIJ) lo llevaron a la Morgue Judicial, en San Joaquín de Flores, para hacerle la autopsia.

Lina Rodríguez, hermana de Pablo, confirmó la identidad del fallecido. En medio del dolor de la pérdida, los familiares aseguraron que encontrar el cuerpo les permite al menos tener un poco de paz, ya que podrán sepultarlo y visitar su tumba.

La familia y los cuerpos de socorro temían que el cadáver fuera arrastrado a aguas internacionales y eso imposibilitara encontrarlo, de hecho el cuerpo fue hallado muy cerca de la línea fronteriza con Panamá.

Familia destrozada

Aquiles Rodríguez, papá de Pablo, contó que se siente muy mal ya que su hijo siempre los acompañaba y lo ayudaba en todo lo que ellos necesitaran.

La mamá del fallecido, Gladys Rojas, también ha estado muy mal desde que Pablo desapareció, incluso han tenido que darle calmantes porque ha estado muy alterada.

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Pablo era guía turístico desde hacía siete años y estaba certificado por el Instituto Costarricense de Turismo (ICT).

El día del percance él había salido a hacer un tour en kayak con una pareja de extranjeros. Los tres estuvieron en la laguna Gandoca y cuando iban a regresar del paseo una ola volcó el botecito de los turistas.

Pablo aún no se había subido al kayak por lo que se fue nadando hasta donde estaban los turistas para ayudarlos. Él logró alcanzarles un tronco para que se agarraran y luego las olas lo arrastraron.

Horas después unos lugareños encontraron a los vacacionistas, quienes lograron sobrevivir agarrados al tronco.

Como no había señales de Rodríguez ni del kayak, los rescatistas tenían la esperanza de que Pablo hubiera logrado subirse para sobrevivir.